"En un tiempo en que la Vida Consagrada ve la disminución de las vocaciones, el rediseño de las presencias, el cierre de algunas casas... embarcarse en peregrinación con la virtud teologal de la esperanza es la única manera de permitir que el Señor actúe y nos salve también en esta situación, y de encontrar la paz para llevarla al mundo", afirman los promotores de la iniciativa, que involucra principalmente al Dicasterio vaticano para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (DIVCSVA).
Precisamente este Dicasterio ha ideado un recorrido por etapas para todos los religiosos y religiosas, iniciado en 2023 y destinado a concluir a fines de 2025. En este trayecto, se ha invitado a los religiosos y religiosas a ser agentes de reconciliación en el contexto mundial actual, marcado por innumerables divisiones, trabajando a lo largo de tres ejes: escuchando el grito de los pobres; cuidando y custodiando la Creación; en espíritu de solidaridad con todos los hermanos y hermanas.
El camino incluyó, en el segundo semestre del año pasado, una fase preparatoria sobre el tema "sed de reconciliación", realizada por todos los religiosos y religiosas participantes en sus respectivos países. Ahora, del 1° al 4 de febrero, es decir, en el fin de semana alrededor de la XXVIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el próximo 2 de febrero, los mismos religiosos están invitados a participar en la primera etapa "romana" del camino, con un programa de encuentros y celebraciones que profundizan en el mandato específico de los religiosos de ser "signos de reconciliación entre los hombres". Es en esta fase, como se dijo, que se inserta ahora la colaboración específica salesiana de la comunidad del Sagrado Corazón.
El recorrido continuará luego con la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada de 2025, nuevamente cada uno en sus propios países, y alcanzará su punto culminante en el Jubileo de la Vida Consagrada, programado en Roma del 8 al 12 de octubre de 2025.
Específicamente, en cuanto a la próxima etapa, los trabajos comenzarán en la tarde del jueves 1° de febrero, con una primera sesión sobre el tema "Creer en la esperanza" y un diálogo plurilateral sobre el tema del diálogo, en el que participarán diversas personalidades del DIVCSVA.
En la mañana del viernes 2, los participantes se pondrán en contacto a través de varios talleres y experiencias con tres tipos de dificultades y alegrías propias de su vocación, con el objetivo declarado de "crecer en la caridad". El día se completará con la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro junto al Santo Padre Francisco.
El sábado 3 de febrero estará completamente dedicado al peregrinaje "en el camino de la paz", con salida y llegada en la basílica salesiana, adyacente a la Estación Termini de Roma. Los cuatrocientos consagrados serán acompañados, en diferentes grupos, en un itinerario que, "con la fuerza de la fe", abordará temas marianos, la memoria de los apóstoles Pedro y Pablo y de los mártires, previendo para cada etapa: una visita al lugar histórico-artístico; el significado espiritual para la Vida Consagrada; el testimonio de la experiencia de un consagrado en el mundo; un momento de oración personal o comunitaria. La Eucaristía comunitaria en la misma Basílica del Sagrado Corazón sellará el camino del día.
En la última media jornada de actividades, el domingo 4 de febrero, el círculo de esta experiencia se cerrará con el tema "dar testimonio de la esperanza". Además de la Misa festiva, los religiosos y religiosas presentes vivirán un momento de devolución y síntesis de lo vivido, y con la participación de un artista se realizará también una recopilación artística de lo emergido. La intervención final de la Secretaria del DIVCSVA, sor Simona Brambilla, y la entrega del mandato a todos los presentes marcarán la conclusión de esta etapa y proyectarán a cada uno hacia los siguientes pasos de este camino, bajo el signo de la esperanza y en el camino de la reconciliación y la paz.