Nacido en 1920 en Sondrio, partió como misionero hacia Chile durante su formación inicial, y en su nueva tierra se hizo apreciar por su bondad, amistad y cultura, al punto que el Cardenal salesiano Raúl Silva Henríquez lo llamó su "consejero" y lo quiso con él como "perito" en el Concilio Vaticano II. Después de una vida salesiana dedicada a la formación, durante el Capítulo General 21° en 1977, fue elegido Rector Mayor, cargo que ocupó durante tres mandatos y un total de dieciocho años.
Recibió varios encargos importantes del Papa, participó en seis Sínodos de Obispos, siempre por nombramiento papal, y en 1986 fue invitado a predicar los Ejercicios Espirituales al Papa y a la Curia Romana. El último año de su vida estuvo marcado por la enfermedad y el sufrimiento, vividos, sin embargo, con esperanza, amor y dedicación, sin descuidar sus compromisos.
Al resumir su vida, el Padre Santo Russo, SDB, autor del texto "La Aguinaldo de Don Bosco y sus Sucesores", escribe: "Dio a la Congregación y a la Familia Salesiana un sentido y un 'sentir' más 'eclesial', estimulándolos hacia nuevas aperturas: renovación de las Constituciones, Proyecto África, apertura al Este, relanzamiento de la devoción a María Auxiliadora (1984), Encomienda de la Congregación a María, reconocimiento de la Asociación de devotos de María Auxiliadora como parte de la Familia Salesiana, llamado a renovar la devoción y la predicación según las directrices de Pablo VI (Marialis cultus, 1978), redescubriendo el 'criterio oratoriano' como método de nuestra pastoral".
En tres ocasiones durante su mandato como Sucesor de Don Bosco, recorrió el mundo para encontrarse con salesianos y miembros de la Familia Salesiana, llevando entusiasmo en nombre de Don Bosco.
También para Don Viganó, el aguinaldo es una tradición importante que siempre se remonta a Don Bosco para inspirar y orientar la programación salesiana. Y, como dijo en la presentación del aguinaldo de 1985, "no solo representa un signo de la presencia amorosa de Don Bosco, a través de su Sucesor, sino que se convierte en un estímulo para iniciativas en una renovada fidelidad al espíritu y la misión salesiana".
Los textos de los aguinaldos, volviendo a lo antiguo, son en su mayoría simples y breves, y la mirada es general sobre toda la Familia Salesiana. Como para sus predecesores, en primer lugar de sus pensamientos está Don Bosco, la fidelidad a su persona, a su carisma y a su misión, también porque la celebración del centenario de su muerte en 1988 fue uno de los momentos más fuertes de su rectorado.
Este evento, así como el camino preparatorio y posterior, y otros aniversarios significativos para la Familia Salesiana y la Iglesia, marcaron varios de sus mensajes para el aguinaldo.
Otra atención especial fue hacia la educación de los jóvenes, redescubriendo el sistema preventivo, relanzando el proyecto educativo, invitando a la santidad, escuchando juntos las Bienaventuranzas...
Y luego, no faltan otras referencias más directas a virtudes, actitudes o dimensiones para cuidar siempre en el contexto de una vida cristiana verdaderamente auténtica, con referencias explícitas a la dirección espiritual, la doctrina social, la templanza o la vida interior.
Aquí, finalmente, están los textos de los dieciocho aguinaldos del Rector Mayor Don Viganó:
1979: "Llevar a cabo, con la ayuda de María, el proyecto educativo y pastoral de la bondad, promoviendo el redescubrimiento, la profundización y el relanzamiento del 'Sistema Preventivo' de Don Bosco en toda la Familia Salesiana";
1980: "Continuar el compromiso de relanzar el proyecto educativo de Don Bosco, especialmente en los grupos y movimientos juveniles, realizando y profundizando en dos modalidades típicamente salesianas: una presencia de amistad que anime y ayude a madurar a los jóvenes (la asistencia), la creación de un ambiente educativo que desarrolle una rica experiencia de valores humanos y cristianos (el espíritu de familia)".
1981: "En este año centenario de la muerte de Santa María Dominga Mazzarello, todos nos proponemos, siguiendo su ejemplo, conocer mejor y practicar más generosamente la vida interior de Don Bosco";
1982: "El trabajo y la templanza sean para nosotros, a la escuela de Don Bosco, un testimonio ascético de caridad pastoral, desafiante para un mundo que promueve la discordia entre el amor y el sacrificio";
1983: "Promover la madurez cristiana de las personas y las comunidades, renovando e intensificando, con estilo salesiano, la experiencia formativa de la dirección espiritual";
1984: "El '¡no basta amar!' de la carta de Don Bosco desde Roma nos impulse a renovados propósitos de santidad típicamente salesiana";
1985: "Reescuchemos con los jóvenes las Bienaventuranzas del Evangelio para suscitar en el mundo una esperanza renovada";
1986: "Promover la vocación del laico al servicio de los jóvenes en el espíritu de Don Bosco";
1987: "Juntos hacia el '88: como un amplio movimiento de 'Misioneros de los jóvenes'";
1988: "Confíados a María, promovamos la pedagogía de la bondad como memoria y profecía de Don Bosco";
1989: "Las esperanzas suscitadas por el 'Don Bosco '88' nos instan a intensificar una renovada pastoral vocacional";
1990: "Somos enviados por el Señor a hacer madurar en los jóvenes una convicción personal entre fe y vida";
1991: "La Nueva Evangelización compromete a profundizar y testimoniar la dimensión social de la Caridad";
1992: "La Doctrina Social de la Iglesia es un instrumento necesario para la educación en la fe";
1993: "Arraigados y fundamentados firmemente en el amor: el don de sí en el compromiso";
1994: "Dar razón de la alegría y de los compromisos de la esperanza, testimoniando las insondables riquezas de Cristo";
1995: "Llamados a la libertad (Gal. 5, 13) redescubramos el Sistema Preventivo educando a los jóvenes en los valores";
1996: "El 'da mihi animas' es el don de sí que vivifica toda la existencia: la de la actividad y la de la paciencia".