Hablando con su habitual estilo paternal y carismático, el Rector Mayor ofreció el pensamiento de las "buenas noches salesianas" a los miembros de la comunidad, lanzando una fuerte invitación a nunca olvidar el "PARA QUIÉN" se está viviendo este tiempo de formación. Los jóvenes a los que se envía y a quienes Don Bosco prefiere, especialmente si están marcados por la pobreza, no son un público al que se les hablará en unos años: son la familia a la que pertenecemos y que guía las actitudes y el estilo de vida diario desde el principio, fue el sentido de su discurso.
Si realmente los tenemos en el corazón, continuó, impiden que los salesianos se conviertan en una élite de privilegiados a quienes se les garantiza todo y, en cambio, los impulsan a esforzarse al máximo para cuidar los servicios que son necesarios para la vida de la comunidad, así como a invertir tiempo, dedicación y paciencia en las actividades pastorales que, a pesar de las limitaciones temporales impuestas por el estudio de la teología, son llevadas a cabo por los miembros de la comunidad (y es importante señalar que son veintisiete los centros en los que los salesianos de la casa están comprometidos los fines de semana).
El Padre Á.F. Artime concluyó este momento con la bendición y la inauguración de algunas áreas renovadas del edificio, que antes pertenecía a los religiosos Guanelianos y que gradualmente se vuelve más adecuado para albergar a la comunidad de formación específica "Ceferino Namuncurá" y las áreas reservadas a la Postulación.
La velada continuó con un ágape fraterno preparado y animado por los hermanos de Albania, Croacia, Polonia, Portugal e Italia, las naciones europeas presentes en la comunidad y a quienes les correspondió la animación de la primera de las semanas continentales-culturales de este año.
"Tener al Padre Ángel con nosotros fue un regalo aún más hermoso y bienvenido, sorprendente, en el sentido de que nos tomó por sorpresa, gracias a su delicadeza que quiso reservarnos también en esto, para participar en sencillez en un momento de nuestra vida, sin cambiar lo que ya se había organizado para ese día", comentó el Director de la comunidad, Padre Silvio Roggia. Fue una oportunidad para encontrarse con los miembros de la comunidad y los veintidós participantes del curso para misioneros que tiene lugar en la Universidad Pontificia Salesiana, invitados de la Comunidad Ceferino, desde finales de septiembre hasta la conclusión del curso, el 11 de noviembre.
La iniciativa de las semanas culturales-continentales es una expresión de la intensa interculturalidad de la comunidad salesiana de la via della Bufalotta, que este año cuenta con cuarenta y ocho salesianos estudiantes y otros diez hermanos del equipo que están en Roma al servicio de la Congregación o siguiendo cursos de formación. En total, alberga a los Hijos de Don Bosco procedentes de veintisiete países y veintiocho Inspectorías.
Al comienzo del año pastoral, la comunidad dedica una semana a cada continente para presentar los elementos característicos tanto de la geografía, la historia y la cultura como de la presencia salesiana, con una variedad de enfoques: liturgia, coreografías, momentos de presentación y compartir, cocina. El objetivo es ayudarse mutuamente a abrirse a la diversidad de las naciones y comunidades para apreciar su riqueza.
El programa de las semanas culturales-continuas de este año comenzó con una semana dedicada a Europa, seguida de semanas dedicadas a Asia, África y, finalmente, a América. Toda la iniciativa tiene el 11 de noviembre como punto de llegada, ya que en esa fecha coinciden el aniversario de la primera Expedición Misionera Salesiana y la beatificación de Ceferino Namuncurá, patrón de la casa.
