La celebración fue organizada por las Hermanas Mediadoras de la Paz (Irmãs Medianeiras da Paz), congregación religiosa fundada en 1968 por Monseñor Campelo y que a partir de 2019 se convirtió en el 32º grupo de la Familia Salesiana, y fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Petrolina, Monseñor Francisco Canindé Palhano, teniendo a su lado como concelebrantes a los salesianos Padre Ilmário de Souza, Padre Laércio José y al Superior del BRE, Padre Francisco Inácio.

Para la ocasión, el Padre Laércio José escribió un mensaje en el que esbozó la figura de este pastor salesiano y su relación con la comunidad de la ciudad y de la diócesis, que ahora sigue su Causa de Beatificación.

"Un pastor presente, con la mirada vuelta hacia los más pobres, profundamente implicado en la realidad de la época. Contribuyó al desarrollo de la ciudad de Petrolina y de toda la diócesis. Que, por intercesión de María Auxiliadora, sea elevado a los santos altares de la Santa Iglesia. Recemos por las Hermanas Mediadoras de la Paz, que llevan a cabo una hermosa y noble misión, acercándose a los más pobres. Mi sentimiento es de gran alegría. Asistí también al entierro de Monseñor Campelo, en la catedral de Petrolina. (...) Es otro gran santo para la Familia Salesiana. Petrolina también es una ciudad marcada por la presencia salesiana: su primer obispo también fue salesiano, Monseñor Antônio Maria Malan, y fue él quien mandó construir la Catedral. Cuando la entregó, dijo: "Alrededor de una gran piedra nacerá una gran nación". Fue profético. Hoy Petrolina es la tercera ciudad del Estado".

Por su parte, el Inspector del BRE, Padre Inácio, compartió un mensaje público dirigido a Mgr. Canindé Palhano y a las Hermanas Mediadoras de Paz, en el que escribió: "Nosotros, Salesianos de Don Bosco del Nordeste de Brasil, Familia Salesiana, en particular el Instituto de las Hermanas Mediadoras de la Paz, nos alegramos en el Señor y cantamos juntos un himno de gratitud a Jesús, Buen Pastor de nuestras almas, que ha suscitado en medio de su Iglesia a un pastor celoso y sabio, prudente y emprendedor, nuestro hermano el P. Antônio Campelo de Aragão, SDB (IV Obispo de la Diócesis de Petrolina - 1957-1975). Además de sus muchas iniciativas de promoción humana, social y caritativa, reconocemos en él sobre todo su profunda fe, un obispo, hijo de Don Bosco, que se entregó a la misión con ardor incansable, buscando hacerlo todo bien, con sencillez y medida (cf. C 18)".

"De los hermanos que tuvieron la oportunidad de convivir con él -concluye el mensaje- emerge el retrato de un consagrado convencido y comprometido con la misión salesiana, con una respuesta siempre alegre y dispuesta. Que su ejemplo nos anime a todos a vivir un alto nivel de vida cristiana, en la caridad hacia los hermanos y en la autenticidad de nuestro servicio al Evangelio de Cristo".

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