El conflicto se salda por ahora con 8 millones de personas refugiadas y 5,3 millones de desplazamientos internos. Más de 200.000 personas han perdido la vida, entre ellos 18.000 civiles y casi 500 menores. En el ámbito educativo, 2.700 escuelas han sido bombardeadas y más de 500 han resultado destruidas. Sólo en cinco de las 25 regiones del país se han podido retomar las clases con normalidad.
Ante esta situación provocada por el conflicto bélico, los Salesianos han respondido con tres iniciativas, tal como explica el P. Mykhaylo Chaban: “acogida a personas desplazadas en Ucrania y traslado a áreas seguras; alojamiento y atención en países limítrofes; educación en situación de emergencia”.
40 salesianos trabajan en once obras distribuidas en nueve ciudades. El apoyo exterior es fundamental. Misiones Salesianas puso en marcha la campaña Emergencia Ucrania tras el estallido del conflicto. Hasta el momento, ha enviado más de 650.000 euros como ayuda ante esta situación crítica. “Esto es una oportunidad para daros las gracias. Las víctimas de este conflicto sienten vuestra cercanía, la de todas las casas salesianas y la de Misiones Salesianas”, ha expresado Chaban durante la rueda de prensa celebrada esta mañana en la sede los Salesianos en Madrid.
Durante estos 15 meses, los Salesianos en Ucrania se han adaptado para atender a las necesidades de la población. Una de las “decisiones drásticas” que tomaron fue llevarse a un grupo de chavales tutelados fuera del país “para que la guerra no les hiciera ningún mal”.
En las casas salesianas se acoge temporalmente a los refugiados que abandonan el país. “Tenemos más de un centenar desplazados internos que van a seguir viviendo con nosotros mientras la situación no mejore”, asegura Chaban. También ha comentado una de las acciones que se hicieron virales: “dos salesianos van al frente de guerra para llevar alimentos y medicamentos y en el viaje de vuelta ayudan a desplazarse a mujeres, ancianos…”.
Al tiempo que se adaptan a las circunstancias, los Salesianos también tratan de recuperar la rutina previa a la guerra. “Desde septiembre hemos podido retomar la actividad de forma ‘normal’ en la escuela, el centro juvenil, el oratorio, etc.”, explica el provincial salesiano.
En marcha está también el Proyecto Mariápolis, “una ciudad modular en colaboración con el ayuntamiento. Se espera construir una escuela de secundaria y bachillerato para 750 chicos”.
Una de las iniciativas emprendidas por los Salesianos es el Oratorio sobre ruedas, en ciudades como Kiev o Dnipro: “Hemos podido trabajar con chavales que están sufriendo daño psicológico por la ocupación”, ha aclarado Chaban, quien ha destacado el acompañamiento que hacen cuando algún joven ha perdido a un familiar en la guerra.
No obstante, según ha asegurado, todavía es pronto para atajar los sentimientos de odio que surgen entre los jóvenes hacia Rusia y los rusoparlantes: “El momento quizá no sea ahora, sino cuando haya una paz. Antes de la guerra, no existía este sentimiento de odio”.
Por contra de lo que se pueda intuir, la fe parece haber aumentado entre el pueblo ucraniano. “Según unas estadísticas, el 84% de los ucranianos son creyentes. El número de ateos ha bajado de un 5 a un 2%. La guerra ha hecho replantearse la eternidad a muchos ucranianos”, ha expuesto el provincial salesiano.
El P. Mykhaylo Chaban ha resaltado el trabajo en común entre diferentes iglesias cristianas y la “coordinación casual entre congregaciones. Los superiores hablan entre ellos para compartir necesidades de víveres, medicamentos...”.
El inspector salesiano también ha asegurado que sienten “la cercanía del Santo Padre, que piensa en el pueblo ucraniano, que está rezando por Ucrania. Creo que su deseo es claro: que Ucrania recupere la paz que la gente quiere. Nos consta que el Vaticano ha hecho esfuerzos por conseguirla. No obstante, hay cuestiones que deben abordar los políticos”.
