A menudo hablamos de pobreza como falta de dinero, comida, vivienda u otras necesidades básicas. Sin embargo, cuando hablamos de pobreza evangélica nos referimos al don gratuito de uno mismo: dar y compartir, superando la tentación constante del lucro, el cálculo egoísta, la explotación y la manipulación de los demás, de uno mismo o de las cosas.

La pobreza, podemos decir, es una carrera en sí misma y, para ser sinceros, una de las más complicadas. Requiere una dura formación práctica, tan dura y exigente que el Señor Jesús decidió reservarse directamente para sí la enseñanza de esta disciplina. El sentido evangélico de la pobreza salesiana se ve en Jesús de Nazaret que, siendo rico, se hizo pobre.

Abrazar la pobreza voluntaria se convierte en un valor para los llamados por Dios a ser religiosos. ¿Por qué elegimos una vida de pobreza? Nos fijamos en la sencillez de la vida de Cristo, porque Jesús quiso ser pobre, eligió la pobreza como compañera constante de su vida y utilizó un estilo de vida sencillo para llevar a cabo la misión que se le había encomendado.

Este estilo de vida sencillo es visible entre los africanos que viven del sudor de su frente; expresan alegría y satisfacción por lo poco que tienen para vivir. Los Salesianos dan testimonio del valor evangélico de la pobreza con un estilo de vida sencillo heredado de Don Bosco. Una de las cosas más interesantes es su sensibilidad hacia el entorno en el que viven y hacia las personas que les rodean.

Nuestra pobreza evangélica se convierte en algo positivo cuando es fruto y manifestación del amor a los demás y a toda la Creación: aparece como carisma de humildad, sencillez, desprendimiento, solidaridad y fraternidad con todos, empezando por los más necesitados, hospitalidad, "opción por los pobres" y "promoción de la justicia", superando toda forma de explotación, aburguesamiento (de tipo capitalista) y consumismo. Aceptemos, pues, la invitación del Santo Padre a cuidar nuestra Casa Común para vivir en alegría, paz y armonía.

El artículo completo está disponible en el folleto GMS 2023, en italiano, inglés, español, francés y portugués.

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