Luego del rezo de Laúdes animado por los salesianos de San Pablo, en el tercer día de trabajo de la Visita de Conjunto se inició con el saludo del P. Justo Piccinini a la asamblea.
Se abrió la sesión muy temprano en la mañana, con la presentación del P. Miguel Ángel García, Consejero General para la Pastoral Juvenil, sobre la “Animación vocacional y la Pastoral Juvenil como principio inspirador y meta de la Pastoral Juvenil Salesiana”. Se presentaron los posibles escenarios y microclimas en los que se puede encontrar la animación vocacional en cada Inspectoría. Invitó a crear y fortalecer la cultura vocacional, para lograr una pastoral que lleve a sintonizar con el deseo de Dios para nuestra vida. Se evidenciaron tres momentos de un proceso: anuncio, propuesta y discernimiento vocacional. Cerró la presentación con las tres rutas para la cultura vocacional: orar, vivir y actuar, que implican varias iniciativas para las Inspectorías, las comunidades religiosas y las Comunidades Educativo Pastorales.
Inmediatamente, tomó la palabra el P. Alfred Maravilla, Consejero General para las Misiones, quien presentó el tema “Hacia el 150º aniversario de la Primera Expedición Misionera y más allá”. El principal objetivo de la reflexión fue cómo aprovechar la realidad misionera de esta región ya que estamos en las puertas del 150º aniversario (que se celebrará en 2025) de la llegado de los primeros misioneros enviados por Don Bosco a esta tierra, y también cómo el voluntariado y la dimensión misionera pueden ser una oportunidad para la pastoral vocacional.
Insistió en que el espíritu misionero es un elemento constitutivo salesiano y parte esencial del corazón de la caridad pastoral sintetizado en el “Da mihi animas…” que tiene que vivir cada salesiano. Explicó que la animación misionera tiene como función esencial mantener vivo el espíritu misionero en cada hermano, comunidad salesiana, Comunidad Educativo Pastoral y Inspectoría. Asimismo, se recalcó que la animación misionera está unida a la animación vocacional que se realiza a todos los jóvenes.
Aclaró que la vocación misionera salesiana es una llamada del Señor, dentro de la vocación salesiana común, en donde Dios convoca a algunos salesianos. Se debe valorar también el aporte del voluntariado misionero salesiano que se anima en conjunto con la Pastoral Juvenil. E invitó a tener en cuenta el desafío de la misión que las Inspectorías tienen en la región por las llamadas que hace la Iglesia a nivel continental, por sobre todo desde Aparecida.
Por último, presentó el camino de la Congregación el los 150 años de la Primera Expedición Misionera Salesiana, que tendrán como enfoque “dar gracias, repensar, relanzar el espíritu misionero”, que tiene como objetivo mantener vivo el espíritu misionero de cada salesiano (ser), no sólo las actividades misioneras (hacer).
Luego, el Rector Mayor y todos los salesianos participantes de esta Visita de Conjunto partieron hacia la Ciudad de Buenos Aires. La primera parada la hicieron en la Parroquia San Juan Evangelista y Casa Salesiana de la Boca, donde fue recibido por alumnos y alumnas del colegio. El Padre Director y Párroco Alejandro León le dio la bienvenida y agradeció a María Auxiliadora. Luego, invitó a todos a recorrer el templo y a conocer su historia que dio inicio en 1872, con una pequeña parroquia. En el año 1877, luego de la llegada de los salesianos a la Argentina, y junto al monseñor Juan Cagliero, los salesianos se hicieron responsables de la parroquia, constituyéndose así la primera parroquia salesiana del mundo.
“Estamos en un lugar salesianamente muy significativo. No muy lejos de aquí está el lugar donde desembarcaron los primeros salesianos. Ésta es la historia, los orígenes, que nos incitan a seguir siendo fieles”, comentó el Rector Mayor, luego de entregar unas flores a la imagen de María Auxiliadora y agradecer la asistencia de todos los presentes: “Gracias por su presencia bella y significativa. Sin niños, niñas, jóvenes y educadores, solamente sería una visita turística. Los muros tienen valor, pero la vida se la dan ustedes”.
Por último, recordó el ejemplo de vida que San Artémides Zatti nos dejó y realizó una reflexión. “Nuestro Dios sigue bendiciendo a su pueblo y su mundo, y lo hace por medios sencillos; como un sencillo salesiano coadjutor, que vivió su vida con servicio a enfermos, frágiles. Es una invitación a las inspectorías para seguir entendiendo que la santidad pasa por un profundo sentir al Dios de la vida y luego se produce el servicio, así sencillo, como lo vivió Zatti”.
Durante la tarde, el Rector Mayor con la delegación de salesianos se dirigieron a la Basílica María Auxiliadora, en el barrio porteño de Almagro. Allí, Graciela Bordín SSCC les dio la bienvenida a todos: “Ésta es la iglesia peregrinante, aquí peregrinamos nuestra vida de fe. Venimos al encuentro de Dios y los brazos de mamá. Aquí todo visitante puede sentirse hijo, amado y bendecido”.
Luego, invitó a los presentes a recorrer la basílica, iniciando el recorrido por el Camarín de la Virgen, siguiendo por el Bautisterio y por último, la Cripta, donde agradeció al Rector Mayor por su visita: “Gracias Don Ángel por ser nuestro Don Bosco presente y entre nosotros”.
Para finalizar el recorrido de la tarde, en la sede de la Casa Inspectorial, el P. Alejandro León invitó a dar a conocer las nuevas salas de la sede de Buenos Aires del los esperó en el Archivo Histórico Salesiano, lo cual pudo llevarse adelante gracias a la colaboración del Rector Mayor.
La última parada de este recorrido fue la Iglesia Pública Mater Misericordiae y Casa Salesiana Don Bosco, del barrio de Congreso. Primero, todos los participantes se dividieron en cuatro grupos para poder recorrer con mayor comodidad el Museo Histórica que funciona al lado del templo. El recorrido del museo culmina en el templo, a donde antes de la misa, se proyectó un mapping sobre la llegada de los primeros salesianos y la expansión de toda la Obra de Don Bosco por toda la Argentina.
Seguido, el Rector Mayor presidió la misa. En la homilía, expresó: “Todo el continente americano, desde Ushuaia hasta Vancouver; de Montreal a Punta Arenas, está lleno de presencias salesianas. Y verdaderamente, esto no responde a un programa humano, no responde a un plan estratégico… Es Dios quien está detrás de este gran sueño”.
Y concluyó: “Qué simbolismo tan fuerte, que ojalá nuestros comunicadores lo sepan transmitir a todo el mundo, que estemos juntos el Consejo General con los Inspectores y hermanos del Consejo de todas las Inspectorías del Cono Sur. Simplemente, estamos celebrando la vida de este sueño que nosotros, con la ayuda de Dios, queremos continuar. Si puede ser, continuar con ese mismo entusiasmo y pasión que tuvieron otros muchos que nos precedieron. Que el Señor nos bendiga, que Don Bosco siga cuidando a su Congregación y a su Familia Salesiana”.
Luego de compartir la cena, el Rector Mayor, su Consejo General, y los Consejos Inspectoriales de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, regresaron a la ciudad de Pilar para vivir la última jornada de esta Visita de Conjunto, el viernes 24 de marzo.