En esta Sesión no solo se sometió a examen de los miembros la duda sobre el ejercicio heroico de las virtudes por parte del Siervo de Dios, sino también todo el proceso de la Causa y la importancia eclesial de la Causa misma.
Ahora el Cardenal Prefecto, Marcello Semeraro, someterá las conclusiones de la Sesión Ordinaria a la aprobación del Sumo Pontífice con la petición de confirmar el parecer expresado por los Cardenales y Obispos Miembros del Dicasterio en vista de la promulgación del Decreto de Venerabilidad del Siervo de Dios Carlo Crespi.
Se confirma cada vez más la presencia y el testimonio de la vida misionera salesiana del padre Carlo Crespi como un gran don, especialmente en la ciudad de Cuenca (Ecuador): “en primer lugar, por la práctica infatigable de las mejores virtudes humanas y cristianas y, en segundo lugar, por la extraordinaria obra cultural realizada en los diversos campos de actividad, por haber garantizado un camino educativo para la infancia que, partiendo de la escuela popular gratuita fundada por él, llegó hasta el instituto técnico” (escritor Luis Cordero Crespo).