La mañana del padre Ángel inició presidió la celebración eucarística, con los salesianos, los laicos comprometidos en la misión salesiana y los jóvenes presentes en la casa del “Saint John Bosco High School”. “Es algo muy significativo celebrar la Eucaristía con todos ustedes: es lo que hacía Don Bosco todos los días”, dijo en la ocasión el 10º Sucesor del Santo de la Juventud.
Posteriormente, desplazándose entre las diferentes estructuras de un mismo edificio, el Rector Mayor se dirigió al nuevo gimnasio del instituto, recién restaurado: frente a las gradas repletas de alumnos y personas del centro, el Rector Mayor recibió los homenajes -incluida una felpa escolar- y dio la bendición solemne a la nueva cancha de baloncesto. Para inaugurar dignamente la estructura, también lanzó un tiro a la canasta, el primero "oficial" del renovado complejo.
En el discurso que dirigió a continuación a todos los presentes, el padre Ángel dijo que se sentía favorablemente impresionado por la "fraternidad salesiana" que se observa en la comunidad estudiantil, e invitó a los chicos y chicas a cultivarla y conservarla, incluso más allá de los años de estudio.
La jornada del Rector Mayor continuó con una parada en el “Don Bosco Tech” en Rosemead; recibido con todos los honores por la comunidad salesiana, por el personal y docentes del centro, y poco después por la banda estudiantil -que interpretó algunas canciones famosas del rock de grupos estadounidenses. Antes de iniciar las actividades que tenía en programa el Rector Mayor, se le ofreció una velada al abierto, con estilo mexicano.
Luego comenzó el largo reconocimiento de los diversos laboratorios de la obra, una escuela secundaria y un colegio masculino que cuenta con una larga tradición y excelentes resultados en la enseñanza de disciplinas técnicas. Al visitarlo el padre Ángel mostró gran interés por los talleres, por las disciplinas impartidas, las metodologías empleadas, pero sobre todo por los jóvenes alumnos y exalumnos del centro, indagando sobre su presente en la escuela y sus sueños de futuro.
Todo ello sirvió de preámbulo al momento del encuentro directo con los alumnos del centro: fue un momento que se desarrolló en dos partes: la primera la más íntima, en la capilla, durante la cual el Rector Mayor habló con el Chicos; y luego la más festiva, en el gimnasio, con demostraciones artísticas y técnicas de los jóvenes, y la respuesta musical con la guitarra que dio el 10º Sucesor de Don Bosco.
También en esta ocasión el Rector Mayor no dejó de subrayar el clima de alegría y jovialidad típicamente salesiano que vivió, y destacó que este espíritu de familia no se aprende como materia en el aula o en el laboratorio, sino que se respira en aquellos ambientes que realmente viven y llevan adelante el espíritu y el carisma de Don Bosco. Así, en su saludo a los jóvenes, agradeciendo abiertamente su entusiasmo, espíritu de bienvenida y diversidad cultural, comentó: “Siendo la primera vez que los conozco, no podía imaginar cómo eran los jóvenes en Estados Unidos... ¡Me han dejado una impresión maravillosa!”.
Al final del día el padre Ángel presidió la Misa con la Familia Salesiana en honor a San Artémides Zatti, en la que repasó el camino de santificación emprendido por este salesiano coadjutor, bajo la bandera de la humildad y la confianza en María Auxiliadora.