En todo el mundo, según informes de Naciones Unidas, está surgiendo una preocupante ola de xenofobia, racismo e intolerancia, incluido el aumento del antisemitismo, el odio a los musulmanes y la persecución de los cristianos. También el aumento del acoso escolar, ciberacoso y otros comportamientos discriminatorios que están siendo favorecidos por el auge de las redes sociales y la posibilidad de ampararse en el anonimato. En este sentido, el papa Francisco señalaba que “la agresividad social encuentra en los dispositivos móviles y ordenadores un espacio de ampliación sin igual”. Estos discursos representan una amenaza para la estabilidad social y la paz.
Para contribuir a proporcionar una herramienta, especialmente entre los jóvenes, de reflexión sobre el tema del discurso de odio (hate speech) y las violaciones de los derechos humanos relacionadas con él, los salesianos han puesto en marcha, a través del Don Bosco International (DBI), la campaña “No a los discursos de odios”. El DBI, que tiene su sede en Bruselas, es una plataforma creada para facilitar el diálogo y la colaboración entre la Congregación Salesiana y las instituciones europeas.
Con una mirada educativa y desde la identidad salesiana, los materiales distribuidos en todos los centros salesianos quieren ayudar a que educadores, familias, medios de comunicación y los propios jóvenes sepan reconocer los discursos de odio, mensajes discriminatorios o violentos que circulan a nuestro alrededor o incluso de los que podemos ser responsables.
El aumento de la violencia en los discursos es debido también a la pérdida de la capacidad de expresarse, de la capacidad de diálogo. Cuanto menos sepamos expresarnos, más violentos nos volvemos. La creciente prevalencia de los algoritmos, la inteligencia artificial y los sistemas de elaboración de perfiles está aislando a los jóvenes en burbujas, contribuyendo indirectamente a los procesos de radicalización.
Por ello, se insiste en esta campaña, es muy importante desarrollar una capacidad de pensamiento crítico entre los jóvenes y los menores, así como entre los educadores, los padres, los animadores, los trabajadores juveniles, los salesianos… Así será posible reconocer los discursos de odio y abordarlos con una serie de acciones específicas. Estas acciones son: el seguimiento y análisis de estos discursos; abordar sus causas, factores y los actores; implicar y apoyar a las víctimas; convocar a las partes interesadas; comprometerse con los medios de comunicación; utilizar la educación para afrontar y contrarrestar los delitos de odio; promover sociedades pacíficas, inclusivas y justas; y promover narraciones positivas para promover la riqueza de la diversidad entre las personas.
A partir de estas premisas, ante los discursos de odio, en la campaña se presentan seis sugerencias para la acción.
1. Aplicar el Sistema Preventivo también al mundo digital adaptándolo y desarrollando metodologías y capacidades adecuadas.
2. Hacer participar a los jóvenes en la creación de narraciones diversas y positivas.
3. Implicar a los padres y a las familias como socios necesarios en la educación de los jóvenes.
4. Desarrollar iniciativas formativas sobre el pensamiento crítico.
5. Animar a la Familia Salesiana a utilizar un enfoque basado en los derechos humanos en los discursos y las acciones tanto offline como online.
6. Vivir la fraternidad y la coexistencia activa.
Con todas estas sugerencias, DBI invita a los actores implicados en la educación a unir fuerzas en este desafío común, construyendo juntos una cultura de los derechos humanos que contribuya a crear una ciudadanía honesta, activa y responsable.
El texto del documento del DBI se encuentra en la parte inferior de la página.