Como Erica, quien de niña se había unido a un grupo armado en Colombia; pero cuando se dio cuenta de que usar la violencia solo lastimaba a su familia y a otros, trató de salir. No fue fácil, pero con la ayuda de los salesianos y sus colaboradores laicos, logró romper con su pasado, abandonar ese mundo y dar un nuevo rumbo a su vida.
La idea de los "¡Beethoven Moves!" -Música que Omite Violencia y Exclusión- fue de Rita Baus, quien durante años ha organizado numerosos eventos como gestora cultural, y que desarrolló el proyecto junto con la Procura Misionera Salesiana "Don Bosco Mission" de Bonn .
Durante la interpretación de "Beethoven Moves!" los jóvenes utilizaron la danza, la música y el rap para reinterpretar la 5ª Sinfonía de Beethoven y contar su propia historia, representando así la tristeza, la ira, la alegría, la esperanza, y los sentimientos expresados por la sinfonía.
“Don Bosco, a través de sus Hijos espirituales, está presente en muchos países del mundo, y lo que une a los jóvenes es la cultura urbana, de calle -explicó Baus-. Breakdance, graffitis y hip-hop son parte de la vida cotidiana. Es una cultura muy alejada de la música clásica”. El espectáculo estuvo a cargo del director Anselm Dalferth, quien conoció de manera directa la vida de los jóvenes en Colombia.
“'¡Beethoven Moves!, ofrece a los jóvenes la oportunidad de descubrir sus talentos ocultos -explicó el sacerdote salesiano Simón Martínez-, porque a través del arte pueden expresarse. Aprenden disciplina y que vale la pena luchar por un objetivo”.
Para los 18 jóvenes de Medellín, "¡Beethoven Mueve!" es la aventura de sus vidas: ninguno de ellos hubiera soñado alguna vez tomar un avión, ir a Alemania y subir al escenario como músicos y bailarines. Y Erika todavía no puede creer que está en Alemania, tal como lo había soñado de niña: “¡Pero si crees en algo y te comprometes, los sueños se pueden volver realidad!”, dice, mientras sus ojos brillan de emoción.