En el diario del viaje del padre Antúnez -que transcurrió en las semanas centrales del pasado mes de agosto- las páginas se llenaron de apuntes y proyectos. Si las situaciones extremas requieren ser enfrentadas con especial fantasía y valentía, las situaciones ordinarias exigen una dosis similar de constancia y confianza.
Así como en Masina, en el cinturón de la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa. Un área de 10 km2 que acoge a más de 4 millones de habitantes, de los cuales unos 2,2 millones son menores de edad. ¡Se estima que hay 193.000 niños entre 6 y 13 años que allí no van a la escuela.
Las mujeres son las que pagan un precio mayor que los hombres: el 80% de ellas son analfabetas, obligadas a cuidar a los hijos abandonados por sus maridos y de la casa, que se considera una de sus cargas exclusivas.
“El mensaje que queremos dar en el Día Mundial de la Alfabetización”, subraya el presidente de Missioni Don Bosco, “es poner la escuela en el centro de la atención, especialmente para las niñas. A través de ellas, se hace verdaderamente una inversión para el futuro de la sociedad”. Las repercusiones se pueden ver con respecto a la educación para la salud, la planificación familiar, el cuidado de los niños, pero también la conciencia civil y el espíritu empresarial vinculado a las necesidades reales.
Con los recursos que los salesianos de Masina reunieron -dirigidos por el padre Ghislaine Nkiere- también con la ayuda de los donantes, se han organizado cuatro cursos escolares. Partiendo del oratorio en el que participan unas 3.000 personas, se han activado cuatro ciclos de formación, con una duración de 10 semanas.
Participan 124 chicas de una sola vez (110 adolescentes entre 15 y 18 años y 14 madres solteras entre 18 y 20 años) que aprenden los rudimentos de lectura, escritura y aritmética. Así tendrán la oportunidad de abordar la vida y el futuro de sus hijos con más conciencia de sí mismos y del mundo que los rodea. Al finalizar, se someterán a una prueba de verificación.
Este es solo uno de los muchos proyectos escolares lanzados recientemente en los dos Congos, similares en propósito a los otros que "Missioni Don Bosco" está apoyando actualmente en África, en Gambella (Etiopía), Monrovia (Liberia), Ivato (Madagascar ), Bamako (Malí) y Namugongo (Uganda); o en la India, en Parulia; sin olvidar a los de Brasil: en Río de Janeiro y Areia Branca. Son un vector de emancipación de culturas donde -a decir poco- se descuida a los menores y la desigualdad de género es generalizada.
“Traemos una gota de agua en el desierto pero también es cierto que al menos alguien -concluye el padre Antúnez- logra saciar su sed de sobrevivir y de apoyar a los demás”.
Más información en la web: www.missionidonbosco.org
