Desde la Inspectoría "María Auxiliadora" de SLK llegan buenas noticias. En cuanto a las actividades realizadas para devolver una sonrisa y un poco de alegría a los jóvenes refugiados ucranianos, cabe señalar que en los últimos días el padre Pavol Dzivý, SDB, acompañó a los chicos ucranianos alojados por los salesianos de Žilina, en el noroeste de el país, a realizar una visita al museo y castillo de Orava. Todo el grupo pudo así pasar un día lleno de alegría y participación, entre naturaleza y cultura.
La noticia más importante, sin embargo, llega desde la capital del país, Bratislava, donde finalizaron los trabajos en la Casa Inspectorial para que sea más estable y mejor organizada la recepción de los chicos ucranianos de la casa-familia salesiana de Leópolis, quienes fueron desplazados pocas horas después del inicio de la guerra. Tienen así a su disposición nuevos espacios para los dormitorios, un gran salón donde pasar el tiempo libre y cocinar.
Es interesante observar que todos ellos contribuyeron con la limpieza y mudanza de los muebles, incluso los muchachos de Leópolis que estaban hospedados en la Casa Inspectorial (los más grandes entre los menores que huyeron de la guerra).
Los chicos estaban felices de poder dar una mano, sabiendo que ahora han ganado nuevos espacios para ellos, sin olvidar que han pasado un buen rato de socialización y amistad.
Debido a las nuevas oportunidades de hospedaje en Bratislava, los niños más pequeños del grupo de huérfanos que huyeron de Leópolis -que habían sido albergados por familias de confianza de los salesianos repartidos por todo el país- tuvieron que saludar a las familias que les proporcionaron comida, alojamiento, pero sobre todo seguridad y amor durante 5 meses. En muchos casos no fue fácil, emocionalmente hablando, porque los menores quisieron agradecer a las familias que les hospedaron cantando y agradeciendo en ucraniano y eslovaco.
Finalmente, siempre desde Eslovaquia partió esta semana hacia Ucrania un nuevo convoy de ayuda humanitaria, principalmente alimentos y medicinas. El material se descargó en Uzhorod, desde donde luego se está distribuyendo gradualmente con camionetas en las ciudades más pequeñas, donde la gente espera y a menudo depende de esta forma de ayuda. Algunos salesianos se ocupan personalmente de estas entregas directas a las personas, incluso en zonas peligrosas, incluso arriesgando sus propias vidas.
Por otro lado, desde la Inspectoría SMX, la ONG “Bosco Global” reafirmó su compromiso con la población ucraniana necesitada, a la que aún reside en el país como a la que se encuentra refugiada en el extranjero. El proyecto financiado por “Bosco Global” que finalizó el pasado 30 de junio tuvo en vista ayudar a una treintena de personas, especialmente a mujeres y niños, gracias a la entrega de víveres. El proyecto incluso contribuyó para comprar camas, toallas, artículos para el hogar, productos de limpieza e higiene, medicinas, ropa y gastos de transporte, entre otros, para los albergues salesianos de la ciudad de Gdansk, Lubrza y Szczecin, en Polonia.
Por su parte, Joaquín Rodríguez, Director de Bosco Global, agregó: “Como vemos todos los días en los medios, parece que la solución del conflicto aún está lejos. Es por esto que nos mantenemos en diálogo con la Coordinación de Emergencias Salesianas en Varsovia, Polonia, para seguir apoyando. Junto a la Inspectoría SMX seguimos recolectando donaciones en todo el país que estamos enviando para apoyar la emergencia en curso”.
Finalmente, en Tarnowskie Gory, Inspectoría de PLO, los salesianos están felices de compartir las imágenes de los pequeños refugiados que hospedaron: a través de sencillos talleres artísticos y manuales, los niños pueden volver a sonreír, divertirse y crecer en creatividad. En definitiva, vivir su infancia, olvidando por un rato la fealdad de la guerra.
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