La casa fue creada por la ONG salesiana “People’s Action for Rural Awakening” (Acción Popular por el Despertar Rural), y puede albergar hasta 50 niños y adolescentes.
Está especialmente dedicada a los que han abandonado la escuela, a los trabajadores infantiles y en situación de riesgo, a los que viven en la calle o a los que han escapado de familias disfuncionales.
La estructura salesiana está situada en las inmediaciones de una estación de ferrocarril, donde buscan refugio muchos menores que se encuentran solos y en peligro. Los miembros del personal salesiano tienen buenas relaciones con el departamento de policía ferroviaria y juntos trabajan para salvar a los niños de la estación, acercalos a los tribunales de menores y luego a la casa Ekalavya.
La casa también trabaja en colaboración con la línea de emergencia "1098", activa día y noche para niños en dificultad.
Los programas implementados por los salesianos y sus colaboradores varían según las necesidades de los menores: algunos residen en el hogar de manera duradera, reciben programas de desarrollo de habilidades y son enviados a una escuela cercana para recibir educación regular. Otros, en cambio, solo asisten al programa de albergue: permanecen en la casa hasta que sea posible reintegrarlos a sus familias o enviarlos a continuar su rehabilitación en otro lugar.
Además de satisfacer las necesidades básicas e incorporar a los niños en los programas educativos, el Hogar Infantil Ekalavya ayuda a los chicos a comprender sus emociones y relacionarse mejor con sus compañeros y adultos. De hecho, cada semana se ofrece un encuentro donde los niños pueden hablar sobre los problemas que les preocupan: de esta manera pueden aprender a resolver problemas y conflictos interpersonales de manera productiva.
Pero para crear el ambiente de una verdadera familia, no hay nada mejor que una madre: por eso en el centro siempre está disponible una mujer, madre de familia, a quien los menores pueden dirigirse y hacer propuestas para el mejor funcionamiento de las actividades. Y para asegurar el desarrollo espiritual de los pequeños huéspedes, todos los días se les ofrece la oración de la tarde, que precede a un tiempo para compartir los acontecimientos del día.
Finalmente, el hogar de niños Ekalavya ofrece instalaciones para albergar pequeños eventos, como retiros o seminarios: ofrece un auditorio al aire libre con 150 asientos y una sala con capacidad para 100 personas. Junto con cuatro habitaciones para eventuales huéspedes externos, estos espacios suelen alquilarse para generar un ingreso que contribuya al bienestar de los niños y jóvenes necesitados.
Fuente: Misiones Salesianas