Dos temas fundamentales estructuraron el trabajo de la Consulta:
- los elementos de la espiritualidad de San Francisco de Sales que caracterizan las Constituciones/Estatutos del propio Grupo de pertenencia;
- la práctica de la 'bondad' y la 'visitación' en la acción educativa y pastoral en respuesta a las nuevas pobrezas y emergencias.
De la primera reflexión, desarrollada el viernes 20, surgió en cada grupo una reflexión que llevó a examinar de los varios fundadores el vínculo que tenían con Don Bosco y San Francisco de Sales. La fecundidad carismática de estos lazos, lejos de estar plenamente agotados en el transcurso de un fin de semana, motivó a todos los presentes a no detener la investigación, sino al contrario, a seguir profundizando en los meses y años venideros, seguros de poder encontrar todavía muchos tesoros que serán valorados.
“Pude experimentar realmente la bondad, la alegría, la humildad y la mansedumbre que caracterizan la espiritualidad de San Francesco de Sales, en los diversos momentos vividos, en las actitudes de cada participante y en la comunión entre nosotros”, comentó en la ocasión sor María Letizia, de las Hermanas de la Caridad de Jesús.
El segundo punto, además de recordar los rasgos de bondad amorosa típicamente salesianos y de Don Bosco, suscitó en los participantes un celo renovado por lo que se ha definido como la "espiritualidad de la visitación". Ante las emergencias actuales y en respuesta a las nuevas formas de pobreza, los grupos de la Familia Salesiana han optado por mirar a María y, como ella, comprometerse aún más que antes en la visita a las familias, a las comunidades, a los pobres, a los necesitados..., una espiritualidad hecha de presencia y de compartir, de acompañamiento y de proximidad, capaz de llevar la luz y el toque vivificante de Dios a quienes más lo necesitan.
"Fue una reunión de alto nivel, pude apreciar cada intervención -agregó el padre Joe D'Souza, SDB, Superior General de las Discípulas-. Nos permitió profundizar la salesianidad mirando a San Francisco de Sales, especialmente a través de su bondad amorosa y su método de visitación para llevar las almas a Dios. Este es el espíritu salesiano, que Don Bosco tomó de San Francisco y que nos transmitió a través del Sistema Preventivo”.
“Fue una experiencia verdaderamente hermosa, conocer y sentir la riqueza de la Familia Salesiana y el espíritu salesiano. Fue lindo no sólo encontrarme con personas de muchas partes del mundo, sino sobre todo experimentar el único carisma salesiano en sus diversas formas. Tengo la intención de participar también en las ediciones futuras”, concluyó Bryan Magro, presidente mundial de la Confederación de Exalumnos.
En la homilía de la Misa de clausura del encuentro, celebrada en la cuna salesiana -la Basílica de María Auxiliadora- el Rector Mayor centró su reflexión en la figura del Espíritu Santo, auténtico protagonista de la vida de la Iglesia y de todas sus manifestaciones. Sólo a través de su intervención, el camino nacido bajo un humilde techado en Valdocco puede ser explicado y luego multiplicado y diversificado por el mundo: "Gracias a la acción del Espíritu Santo, hoy esta familia religiosa se extiende por muchos lugares, tratando de hacer el bien, en el nombre del Señor Jesús”, indicó el Rector Mayor.
Luego concluyó recordando a todos los presentes la importancia de dejar espacio al Espíritu Santo también en cada ocasión de discernimiento, porque siempre será el Espíritu quien hará perdurar en el tiempo aquellas realidades que no son simplemente humanas, sino que provienen de Dios.
El Consejo Mundial de la Familia Salesiana es un evento anual que reúne a los responsables de los 32 grupos que forman parte de esta familia religiosa, que representan a más de 400 mil personas -sacerdotes, consagrados y laicos comprometidos activamente al servicio de la Iglesia.