Se han insertado totalmente en la vida de las comunidades y en las actividades de los oratorios salesianos repartidos por los distintos lugares. La comunidad salesiana anima 6 oratorios y el Desayunador en Tijuana, 3 oratorios en Ciudad Juárez y múltiples actividades con jóvenes en riesgo, y un oratorio coordinado por salesianas cooperadoras en Huatabampo.
Al visitar y compartir vida y misión con los voluntarios, se descubre la realidad de comunidades salesianas vivas, creativas, con múltiples obras a los que están atendiendo. En todas estas actividades, los niños y adolescentes que se atienden se cuentan por centenares, y los jóvenes voluntarios venidos de distintos centros de la inspectoría de Cristo Rey y María Auxiliadora de Guadalajara, forman toda una experiencia apostólica, vocacional, misionera, social de gran valor salesiano.
Llama poderosamente la atención el trabajo de promoción social que realizan los salesianos. En Tijuana, se atiende el Desayunador del Padre Chava, donde diariamente se atiende a más de mil migrantes. Una realidad de frontera, migración, justicia social, que día a día pone a prueba la capacidad de hacer frente a las dificultades que se presentan.
Esta experiencia misionera “ha sido para mí un baño de salesianidad, de trabajo social, de inserción en una realidad de frontera y me llena de alegría comprobar que los salesianos en México dan honra a lo que les caracteriza: la acogida generosa, cordial, fraterna y su gran sensibilidad humana, detallista y fuertemente misericordiosa”, escribe una voluntaria.
“Es importante destacar el valor de los jóvenes voluntarios que con gran generosidad y motivación apostólica afrontan calor, incomodidades, renuncias y sacrificios, con gran alegría y total entrega. Sin duda es un testimonio vocacional de mucho influjo”.