“Cuando un avión nos sobrevuela, los niños corren hacia las ventanas y dicen: '¿De quién es? Ah, ok, es ucraniano'. Desgraciadamente, incluso los más pequeños entienden un poco lo que sucede a su alrededor”, explican los salesianos.
Cuando ya se ha completado la tercera semana de la guerra, la situación en Ucrania se está volviendo cada vez más dolorosa para muchas personas. Los salesianos, todos ellos, permanecen firmes cerca de los necesitados y apoyados por la solidaridad internacional, siguen resistiendo para dar esperanza, alivio, consuelo y todo tipo de ayuda a los necesitados.
El fondo de solidaridad creado por la Coordinación salesiana para dar respuesta a la emergencias en Ucrania sigue recibiendo donaciones de todo el mundo: recién han llegado de Tailandia y Hong Kong, Camboya, Portugal, y la Inspectoría de África Occidental Francófona (AFO). A veces son grandes sumas, a veces donaciones más pequeñas, pero como tantas gotas de agua juntas forman un mar de bien que se traduce en una ayuda concreta y tangible para los que ahora se quedan solo con la ropa que llevan puesta y casi nada más.
Las Inspectorías Salesianas de Brasil han iniciado una campaña a favor de la población ucraniana. Don Bosco Mission Bonn está recibiendo una gran cantidad de medicamentos de "Action Medeor", la organización de ayuda médica más grande de Europa, que opera como una "farmacia de emergencia en el mundo". Los medicamentos y dispositivos médicos, gracias a las conexiones directas siempre mantenidas con los salesianos ucranianos y polacos, pueden ser entregados directamente a Ucrania.
Además de la ayuda alimentaria: los salesianos de Cracovia también enviaron ayer un nuevo cargamento de alimentos a Kiev.
Además de la indispensable ayuda para quienes se han quedado en Ucrania, también se renueva el trabajo de hospedaje de refugiados en varios países. Las 48 personas -mujeres y niñas- llevadas en minibús por la Asociación Don Bosco 2000, en colaboración con la Inspectoría Italia-Sicilia (ISI), llegaron a su destino. Las primeras fotos que les tomaron en Italia transmiten la imagen de rostros cansados y asustados, pero aún capaces de esbozar una sonrisa.
También hay que subrayar que diversas realidades salesianas están recibiendo solicitudes de ampliación de información y ofertas de donaciones de personas y entidades con las que antes no tenían contacto: señal de que la bondad del trabajo realizado, unido a la gran atención a la comunicación sobre el bien realizado, dan su fruto.
Finalmente, mientras el trabajo de acompañamiento y recepción de los refugiados continúa a toda marcha, los salesianos también hacen sonar la alarma señalada por varias ONG activas en las fronteras de Ucrania, sobre los riesgos de trata de seres humanos por parte de personas y organizaciones sin escrúpulos.