Nadie puede ocultar ni callar que las tropas rusas han invadido Ucrania y que durante quince días de guerra no sólo han sido crueles con los civiles, sino que intencionadamente asesinan a niños. Bombardean maternidades, guarderías y escuelas con misiles. Esto no es más que una demostración de la voluntad de destruir la nación ucraniana, de destruir su futuro.
Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, unos 80 niños han muerto y muchos han resultado heridos. Miles de niños se ven obligados a huir de los bombardeos y esconderse en sótanos abandonados y en ruinas, permaneciendo allí días y días en el frío, sin luz y sin comida ni agua. Miles de personas, incluidos niños y adolescentes, han sufrido traumas psicológicos por el miedo a la muerte y la lucha por la vida.
Nosotros, Salesianos y Familia Salesiana, no podemos permanecer en silencio en estos trágicos momentos que ven al agresor agredir y vulnerar vidas inocentes. Debemos gritar, hablar a todo el mundo civilizado de estos hechos bárbaros y horribles. ¡Escuchen las voces de los niños que mueren debido a los bombardeos! ¿Quién los protegerá sino nosotros, que fuimos enviados a ellos? No debemos tener miedo de decir la verdad. El mundo y los líderes mundiales deben conocer estos horrores.
Unámonos para proteger a los niños, no solo con la oración, sino también con acciones concretas. Gracias a todos por el apoyo y la ayuda. ¡Juntos somos fuertes!
Pedimos una oración más intensa por los niños y por los miles que lo han perdido todo. Dios, quédate cerca de nosotros en estos trágicos momentos. ¡Solo contigo nos sentimos seguros!