En la apertura de su homilía, Mons. Marini, exalumno de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma, invitó a los fieles a "escuchar la Palabra que el Señor nos ha dirigido", y al mismo tiempo a "escuchar la vida de San Luis Versiglia, porque también en esta vida, con su ejemplo, nos habla de la voluntad de Dios hacia nosotros”.
“La centralidad de Cristo: esta es la voluntad de Dios para nosotros”, agregó el prelado, subrayando que todo hombre está llamado a dejar al hombre viejo, Adán, el hombre que viene de la tierra, para hacer crecer al 'Hombre Nuevo', el Cristo que viene del cielo. “San Luis Versiglia había entendido esto desde niño -continuó- poniendo a Cristo en el centro, haciéndolo todo por Él, y cultivando desde muy joven el deseo de ir hasta los confines de la tierra para llevar al Señor, al 'Hombre Nuevo, el comienzo de un Mundo Nuevo. ¡Qué enorme bien hizo San Luis Versiglia!”.
Tras mencionar las obras de caridad y el amor que el mártir salesiano derramó en su vida “en Cristo”, el obispo subrayó “la valentía de la fe” como elemento fundamental de la vida del cristiano.
Y comparando al rey David, protagonista de la Primera Lectura de ese día, con Mons. Versiglia, el obispo de Tortona remarcó cómo en la última parte de su vida Mons. Versiglia quiso a toda costa llegar a una comunidad cristiana a la que hacía mucho tiempo que no podía visitar por varias razones. “Él sabía que el camino era largo y peligroso, que su vida corría peligro, pero no se detuvo, porque sabía que esa era la voluntad de Dios para él: y la abrazó y la vivió con valentía”, declaró.
Finalmente, refiriéndose a la página del Evangelio, en la que Jesús invita a los discípulos a amar a sus enemigos y a orar por aquellos que los maltratan, el prelado identificó un último rasgo distintivo en la vida de San Luis Versiglia: "él amó hasta el final... Cuando se encontró con los piratas que lo detuvieron en el peligroso viaje que lo conducía al lugar de la misión, amó hasta el final, salvando la vida de catequistas en misión como él; amó hasta el final perdonando a sus agresores; amó hasta el extremo porque amó sin medida”.
El llamamiento final de Mons. Marini -durante muchos años Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, con el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco- fue pedir al Señor que "vaya más allá", según una oración del Patrono de las Misiones, San Francisco Javier, y siguiendo el testimonio de Mons. Versiglia.
La homilía completa de Mons. Marini está disponible en el canal de YouTube de RadioPNR En Blu-Tortona.