Los salesianos se instalaron en un barrio llamado Ouezzin zona de expansión de la ciudad. En Savana atraviesan varios ríos donde se producen vegetales que abastecen a la ciudad y se exporta a Uagadugú. Los salesianos desarrollan actividades sociales diseñadas para crear un sentido de familia entre los niños más vulnerables y en mayor riesgo de exclusión social.
Bobo-dioulasso es el punto de referencia para muchos pueblos de los alrededores; niños, jóvenes y adultos acuden buscando mejores condiciones de vida. Especialmente hay muchos niños abandonados o enviados por su familia a la ciudad buscando una vida mejor. Esto acentúa el fenómeno de los niños de la calle en Bobo-dioulasso.
La mayoría son niños de zonas rurales que emigran a la ciudad en busca de mejores oportunidades. Son niños que han abandonado la escuela o no han tenido la oportunidad de entrar en ella, y pasan su infancia, la adolescencia y la juventud, con la esperanza de encontrar vías de subsistencia.
Terminan viviendo en la calle, drogándose, robando, sumergidos en la prostitución, en la mendicidad o la explotación. La situación de las niñas es particularmente grave pues muchas acaban como esclavas domésticas sometidas a la explotación y el abuso, privadas de todos sus derechos.
Los salesianos han dado una respuesta en Bobo-dioulasso. Iniciaron el trabajo en favor de los niños y niñas hace 4 años, creando un espacio de protección social infantil, cuidando a los niños que se encuentran en situaciones difíciles. La casa acoge a 30 niños. Les proporcionan un lugar para el aseo, alimentación y cuidados médicos. Luego, se les ayuda al reencuentro con sus familiares.