Después de los saludos de bienvenida del Superior de la Inspectoría María Auxiliadora (ICP) de los salesianos, el padre Leonardo Mancini, y del Vicario de la Inspectoría de María Auxiliadora (IPI) de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Maria Torre, los participantes escucharon la intervención del padre Roberto Carelli, profesor de Antropología Teológica de la Facultad de Teología de la UPS de Turín-Crocetta y animador espiritual de la ADMA Primaria de Turín, titulada “La familia, nuestra familia, mi familia".
En el año "Famiglia Amoris Laetitia" que el Papa Francisco propuso a la Iglesia universal para testimoniar el amor familiar -inaugurado el pasado mes de marzo y que finalizará el 26 de junio de 2022 en Roma con el X Encuentro Mundial de las Familias- el padre Carelli tomó en consideración la realidad y desafíos de la familia, comenzando con la Encíclica Amoris Laetitiae (AL 32-37) del Papa Francisco. Invitó así a "vivir y testimoniar, saborear y hacer saborear las buenas razones de los lazos familiares fieles y fecundos, íntimos y sociales, cariñosos y generosos, evitando los cierres y juicios que contradicen a la familia como lugar de maduración de la libertad y del amor".
A continuación, un Salesiano Cooperador y una pareja perteneciente a la Fraternidad Contemplativa de Nazaret, 31º grupo de la Familia Salesiana, aportaron su testimonio, subrayando la dimensión mariana vivida en sus respectivos ámbitos. Para concluir el primer momento, padre Alejandro Guevara Rodríguez, animador espiritual mundial de la ADMA, hizo una reflexión pastoral, a partir de la experiencia de la pandemia, en el camino del crecimiento en comunión con los demás, como familia, como Familia Salesiana y como Iglesia.
Un segundo momento tuvo lugar en la Basílica de María Auxiliadora, con la oración del Rosario y un tiempo de Adoración Eucarística. Le siguió la celebración eucarística presidida por el Vicario del Rector Mayor, el padre Stefano Martoglio quien, en la Jornada Mundial de las Misiones, destacó el aspecto misionero en la experiencia de la ADMA: difundir la devoción a María Auxiliadora y la Eucaristía.
Poco después, Sor Lucrecia Uribe, FMA, animadora mundial de la ADMA, saludó a los participantes de la Jornada Mariana 2021, tomando como punto de partida el tema del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, actualmente en marcha. Propuso así, tres actitudes privilegiadas: convertirse en expertos en el arte del encuentro, escuchar con el corazón, y discernimiento. Señaló además tres riesgos que es necesario evitar: formalismo, autorreferencialidad e inmovilidad.
Para concluir, señaló tres oportunidades para fortalecer la sinodalidad en el Grupo de la ADMA: ser lo que Don Bosco quería para todos los devotos de María, es decir, una asociación con un respiro eclesial; tomarse un tiempo para escuchar a las personas cercanas; y convertirse en una Asociación que practica la cercanía.
La Jornada Mariana también fue una oportunidad para continuar con la renovación del Consejo de Presidencia de la ADMA de Turín para los próximos cuatro años.
