En el número 169 del Boletín Salesiano de Corea brilla una reflexión y un desafío bastante interesante, escrito por el Delegado Inspectorial de Animación Misionera. Dado que el artículo se publica en coreano, proporcionamos aquí un breve resumen:
Sorprende saber que hasta ahora son unos 20 los salesianos coreanos que han sido enviados en misión a los 4 continentes: África, Europa, Asia y Oceanía. Si bien son pocos los que han regresado en su patria, todavía llevan consigo su experiencia misionera, su sueño y su celo misionero en su "misión de origen".
Reflexionando sobre el último sueño misionero de Don Bosco (1886) con la línea “de Valparaíso a Beijing”, llama la atención la misión en el noreste asiático y en particular en Corea del Norte.
Aunque actualmente a Corea del Norte como país le digan "el reino ermitaño más aislado", los cristianos de Corea del Sur se están preparando para su evangelización desde hace muchos años.
Desde 2010, una fundación civil con sede en Corea del Sur llamada "Bom" (en coreano significa "primavera") ha estado participando en una empresa conjunta con "Cáritas Alemania" para desarrollar un apoyo profesional bastante eficaz en favor de la población norcoreana.
No se basa solo en la ayuda humanitaria, sino también en el paradigma de 'impulsar' los servicios de salud de Corea del Norte. Su socio es de hecho, el Ministerio de Salud de la República Popular Democrática de Corea. Desde 2010, algunos millones de niños han recibido la vacuna contra la hepatitis B y otras enfermedades frecuentes y su actividad está vinculada a 11 centros de higiene.
Sobre todo gracias al diálogo frecuente y a algunos 'workshop' en Alemania, organizados por la Cáritas, el entendimiento mutuo está creciendo.
¿Y la formación de nuevos misioneros para los países del noreste de Asia? Debido a la sospecha común hacia el clero o los religiosos de la Iglesia Católica, el enfoque futuro de esta misión podría ser una sólida formación de los misioneros laicos, con la debida especialización y profundas motivaciones evangélicas y espirituales.
Actualmente hay unos 30.000 refugiados norcoreanos que viven en el Sur y muchas ONG cristianas y de la sociedad civil ordinaria, todas ellas involucradas en dar apoyo de diferentes maneras. O sea que un mayor intercambio recíproco y de solidaridad con estas organizaciones, puede ser explorada por la Familia Salesiana.