“Seguimos teniendo casi cero iniciativas en el esfuerzo por obtener una buena cantidad de vacunas contra el Covid-19, que puedan usarse para inmunizar a la mayoría de la población”, dijo el obispo durante la homilía. "Somos de nuevo el último vagón del tren. ¿Cuánto tiempo seguiremos sin hacer bien nuestro trabajo?", prosiguió el prelado.
La reflexión del obispo responde a la gran preocupación de la población por la falta de dosis de vacunas contra Covid-19. Paraguay había vivido la primera fase de la pandemia con muy pocas muertes, mientras que ahora el país está sufriendo porque la maquinaria del gobierno que tiene que lidiar con la vacunación funciona lentamente y con muchas dificultades.
Para el obispo salesiano, la responsabilidad de este estado de cosas debe identificarse debido al predominio e incapacidad de los partidos políticos tradicionales para resolver los problemas reales de la gente. "Los dirigentes de estas instituciones de partido deben buscar la manera de resolver y poner fin a las grandes desigualdades en el ámbito de la justicia, en el sector de los campesinos, trabajadores, ante el cierre o quiebra de fuentes de trabajo que perjudican a los trabajadores y obreros".
Al mismo tiempo, el prelado salesiano indicó a los fieles como modelo a María Auxiliadora, ejemplo a seguir en términos de humildad, sencillez y generosidad, de servicio a los más necesitados, en la búsqueda de la verdad, con fe y confianza en Dios.d
Dos días después de su llamamiento y de esta fuerte denuncia a favor del pueblo del Chaco Paraguayo, el 26 de mayo, Mons. Escobar Ayala tuvo el placer de bendecir la colocación de la primera piedra de un nuevo hospital en el Alto Paraguay, también en la zona del Chaco. “Finalmente, luego de años de espera, la gente puede ver de cerca una señal de inversión en el sector de salud, especialmente en zonas alejadas de la capital”, comentó en la ocasión.
En Paraguay, el Covid-19 ha causado hasta el momento más de 352 mil contagios y más de 9 mil muertos, en una población de 7 millones de habitantes. El Arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Ponciano Valenzuela Mellíd, también salesiano, ya había informado en abril de la lentitud e ineficacia en la gestión del plan nacional de vacunación.