Los fieles de la parroquia llegaron en gran cantidad para para participar en la tan esperada ceremonia de consagración. Entre las personalidades eclesiásticas estaban Mons. Gervais Banshimirubusa, arzobispo de Bujumbura, celebrante principal y Mons. Évariste Ngoyagoye, Obispo emérito de la misma archidiócesis, además del Vicario de la Visitaduría “África Grandes Lagos”, el padre Raymond Bavumiragiye, y muchos otros salesianos que trabajan en Burundi. En cuanto a las autoridades institucionales, estuvo presente nada menos que el vicepresidente de la República, Prosper Banzombaza.

A las 10:30 comenzó la procesión que, saliendo del edificio que hospeda a los peregrinos llegó a la puerta del santuario, donde Mons. Banshimirubusa introdujo la ceremonia con una advertencia especial y luego hizo abrir la puerta dándole algunos unos ligeros golpes con su bastón pastoral.

Entonces comenzó la Misa, muy animada por el coro parroquial y los jóvenes que bailaban. La consagración del santuario se realizó en varias fases: primero la bendición del altar, el tabernáculo, el atril y los muros con la aspersión de agua bendita. Luego, la asamblea invocó a los santos rezando las letanías, y a continuación  se colocaron las reliquias en el altar. Después los objetos que habían sido rociados con agua bendita fueron ungidos con aceite bendito e incensados. Posteriormente se cubrió el altar con un mantel blanco, se colocaron flores y se encendieron las velas.

En su homilía, Mons. Banshimirubusa agradeció a Dios por permitir que este santuario fuera construido y bendecido. Subrayó que un santuario es lugar de gracia, oración y conversión. En referencia al Evangelio del día, recordó el rol que tuvo la Virgen María en Caná y el papel que todavía juega en la vida cotidiana de cada ser humano.

Al final de la misa, dos personas pronunciaron discursos oficiales. El padre  Bavumiragiye agradeció a todos los que contribuyeron al proyecto de construcción de este santuario e hizo referencia a la historia de la devoción a María Auxiliadora en la Congregación Salesiana. Por su parte el vicepresidente de la República agradeció a los salesianos, a la Iglesia local y a sus pastores, invitando a los hijos de Don Bosco a realizar nuevos proyectos de desarrollo.

Las celebraciones de la importante ceremonia continuaron afuera de la iglesia, en un lugar bien equipado para las celebraciones.

Finalmente, el arzobispo de Buyumbura agradeció a los salesianos por la buena colaboración que dan y pidió que la parroquia y el santuario se gestionen como bienes separados, para que cada realidad pueda hacer su parte de la mejor manera posible. Luego, instó a los salesianos a construir una buena escuela en Buterere y concluyó su discurso impartiendo la bendición.

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