En Palabek malviven 56.000 personas, la mayoría mujeres y niños procedentes de Sudán del Sur, aquí llegaron huyendo del hambre. El padre Ubaldino Andrade, venezolano, nacido en Caracas, allí se unió a los salesianos, lleva 3 años en Uganda y estuvo 17 años en Sierra Leona, durante la guerra y la epidemia de ébola.
En Palabek estas personas viven con la gente “24 horas, siete días a la semana”. “Los servicios médicos son muy pocos, no se sabe muy bien qué hacer si una persona está enferma; a veces se sospecha de algún caso y no se sabe realmente si es, algunas personas han muerto y no se sabe si murieron de coronavirus o de otra cosa”, señala. Confiesa que él mismo tuvo “de una neumonía muy fuerte”.
Los refugiados están allí “en condiciones de mucha pobreza, cuando salieron huyendo de Sudán del Sur cargaron muy poco, algunos andan con harapos, con ropa sucia y rota. Al llegar les dan algunas lonas, algunas mantas, utensilios para cocinar, un machete y se les lleva un lugar donde tienen que empezar la vida de nuevo; a veces pasan semanas debajo de un árbol a la intemperie”.
Para evitar los contagios, los salesianos han lanzado una campaña de sensibilización. En el recinto han colocado contenedores de agua con jabón a la entrada de los lugares donde se alojan, y se ha concienciado a la gente para que se lave las manos, no se salude y mantenga la distancia social. Además - gracias al apoyo de Misiones Salesianas de España - han fabricado varios miles de mascarillas, las han repartido, y han distribuido material de limpieza, contenedores y jabón.
El gobierno ugandés ha puesto en marcha “un sistema de educación por internet, pero aquí no hay ni siquiera electricidad, ni quien tenga computadora”, asegura el misionero. “Desde que comenzó la crisis cerraron las escuelas, hay jóvenes refugiados que toman sus bicicletas y van hasta los últimos rincones del campo con material educativo y material didáctico, de esta manera pueden acompañar a los niños y a los jóvenes para que no pierdan el ritmo de la escuela” explica.
En el campo de Palabek los salesianos han establecido 16 comunidades cristianas “para la celebración de los sacramentos”, han creado “cuatro escuelas preescolares para niños muy pequeños”, y una escuela técnica en la que “se han formado más de 500 refugiados en agricultura, peluquería, corte y costura, construcción y mecánica”.
Desde octubre están celebrando misas, se permite un aforo máximo de 70 personas y para participar es obligatorio que los asistentes vayan con mascarillas.
Manuel Ángel Gómez
Funte: COPE