Después del aumento de la violencia que embistió Sudán del Sur, la parroquia San Vincente de Paul ha abierto sus puertas y rápidamente ha hospedado a las familias en fuga, ofreciéndoles un lugar seguro para establecerse. Hoy en plena emergencia coronavirus, gracias a los financiamientos de “Salesian Missions” - de la Procura Misionera Salesiana de New Rochelle - son 275 las familias que recibieron asistencia. En particular cada persona recibió mensualmente 10 kilos de harina, 1 kg. de sal, un litro de aceite de cocina y 5 kg. de frijoles.
"Le agradecemos verdaderamente - dijo el padre Gus Baek, responsable de la Procura Misionera Salesiana de New Rochell - a todos nuestros donantes, que ayudan a los misioneros salesianos en Gumbo a cuidar a los más vulnerables, gracias a las donaciones de alimentos y provisiones que necesitan. Los misioneros salesianos han también distribuido jabón, instalado puestos para lavarse las manos en todo el campamento y miden la temperatura al ingreso del mismo, además de realizar un programa semanal de sensibilización para evitar la difusión del coronavirus".
Sudán del Sur obtuvo su independencia en 2011, pero tuvo que enfrentar una guerra civil iniciada en diciembre de 2013, la que trajo una terrible crisis humanitaria aun antes de la pandemia de coronavirus. Dar una respuesta en situación de guerra civil no es una novedad para los misioneros salesianos, que se dedican a numerosos programas en todo el país.
Sudán del Sur es un país en gran parte rural, con el 80% de la población en situación de pobreza, con un rédito estimado inferior a un dólar diario, según el Banco Mundial. Más de un tercio de la población, además, no tiene acceso a la alimentación.