Ya van cuatro meses durante los cuales la "Campaña de solidaridad salesiana" ayuda estos niños y adolescentes, y es a través de la obra salesiana del Centro juvenil del oratorio 'Mamma Margherita' ellos reciben ayuda. Con el inicio de la epidemia de Covid-19 en Brasil, muchas empresas y actividades comerciales tuvieron que suspender el trabajo, para evitar el volumen de gente; y lo mismo tuvo que hacer la obra social salesiana.
La Oficina de Comunicación social de los salesianos informa que muchos niños de las familias que viven en las áreas aledañas al Centro juvenil salesiano, ya antes de la pandemia tenían acceso solamente a las comidas que la obra social de los Hijos de Don Bosco ponía a su disposición. Así desde el inicio de la cuarentena nació la exigencia de iniciar una campaña para recoger donaciones alimentarias de manera que también las familias pudieran dar de comer a sus hijos.
"Cuando iniciamos la campaña en el mes de marzo pasado fue para ayudar principalmente a unos 350 niños que servimos aquí en nuestra obra social. Ellos y sus familias se encuentran en estado de necesidad: llegan desde las comunidades vecinas, con bajos réditos, son socialmente vulnerables y se encuentran en peligro" explicó don Marques.
El responsable de la campaña indicó que sucesivamente también otras familias iniciaron a buscar apoyo en la obra social salesiana. "Las familias de las comunidades de Alarico y Cavalão supieron que estábamos distribuyendo el kit con alimentos de base y vinieron a buscarnos. Así decidimos registrar a todas estas personas para seguir más de cerca la situación familiar de cada una de ellas... Hubieron semanas en las que teníamos que ocuparnos de 90 familias y no teníamos ninguna canasta familiar para entregar. Pero cuando llegaba el día de la distribución, generalmente el sábado, ¡no teníamos más 90 cestos pero 120 y coincidía que teníamos 120 familias que venían a recoger el kit!".
La Campaña de solidaridad salesiana sigue recogiendo alimentos no perecederos y artículos para la higiene personal. Las donaciones son entregadas a la portería de los Institutos Salesianos de Niterói, que están abiertos día y noche, para evitar la reunión de demasiada gente.
