La majestuosa obra de arte - 15 millones de azulejos incrustados en 100 metros cuadrados de superficie - fue presentada durante la celebración eucarística de la tarde, presidida por Mons. Palmieri, en presencia del párroco de la basílica, P. Roberto Colameo, y la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi.
Cuatro fueron los verbos que el obispo quiso destacar en la homilía,”fundamental y a la que todos aspiramos: que es respirar una nueva esperanza, salir, encontrarnos y abrazarnos”.
“Una obra de arte preciosa, como preciosa es la historia de la parroquia y del barrio - dijo Virginia Raggi en su saludo a la comunidad al final de la celebración - creo que no es casualidad que nos encontremos aquí, en este lugar que fue también uno de los primeros en ser saneado para permitir a los fieles participar de nuevo en las celebraciones después del lockdown”.
Otro indicio del que tomar ejemplo viene, según Raggi, del “coraje de los restauradores”. A pesar de los quince millones de azulejos y los cien metros cuadrados de espacio para trabajar, “no se desanimaron y se pusieron manos a la obra. El mismo coraje – concluyó – al que todos estamos llamados, para permanecer unidos como comunidad y un día poder volver a la normalidad".
Un momento, el experimentado por toda la comunidad parroquial, de “extrema alegría y emoción – comentó el P. Colameo – La felicidad de poder admirar de nuevo el mosaico en toda su belleza, se combina con la gratitud a todos aquellos que hicieron todo esto posible. A pesar de la actual emergencia sanitaria fue posible continuar y concluir la restauración, una forma de permanecer cerca de los fieles y de la gente del barrio”.
Durante la celebración se vio lo importante que es el mosaico de Don Bosco para la comunidad de la parroquia. Todos los lugares disponibles en el interior - un total de 200, el máximo permitido por el último decreto del Presidente del Consejo de Ministros - fueron ocupados y muchos fieles siguieron la celebración permaneciendo, correctamente espaciados.
“Devolver la obra en estos días - concluyó el párroco - significa también estar agradecido a los numerosos feligreses que, en las últimas semanas, han sido generosos con los que estaban y siguen estando en dificultades financieras”.