Ciudad del Vaticano - abril 2021 - También este año la celebración de la Pascua estuvo marcada por las restricciones de la pandemia. Sin embargo, en la liturgia más solemne del año realizada en una Basílica de San Pedro todavía medio vacía, el Papa Francisco exhortó a no perder la esperanza y pidió tener fe en el renacer. Después de la Misa, el Pontífice dio la tradicional bendición Urbi et Orbi. En su mensaje, hubo un fuerte llamado a compartir las vacunas con los países más pobres, a eliminar las restricciones de la libertad religiosa y a poner fin a demasiadas guerras y violencia. Un mensaje fuerte, bajo la bandera de la paz y la esperanza. Un tema, el de la esperanza, que el Santo Padre ya había invocado durante el Vía Crucis del viernes 2 de abril: un Vía Crucis con las meditaciones y oraciones de los pequeños, a quienes llegó la caricia del Papa.