En la primera parte, el arzobispo de Yangon y presidente de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC) expresó "las profundas preocupaciones de la Iglesia delante de los desafíos que el pueblo de Myanmar tiene que enfrentar hoy..., los continuos abusos y la difusión del odio religioso y racial". Por ello cita el Documento sobre la Fraternidad Humana para la paz mundial y la convivencia común, firmado por el Papa Francisco y por el Imán de Al-Azhar: “La libertad es un derecho de cada persona: cada uno goza de la libertad de credo, de pensamiento, de expresión y de acción. El pluralismo y la diversidad de religiones, de color, de sexo, de raza y de idioma son una sapiente voluntad divina".
En la segunda parte, el cardenal Bo reflexiona sobre la típica experiencia asiática de unidad en la diversidad. "He crecido en la Iglesia católica y me he acostumbrado al concepto de unidad en la diversidad. Fui educado por los salesianos e inspirado por el ejemplo de Don Bosco, que vivía una vida dedicada al cuidado de los jóvenes y de los pobres, y me he hecho salesiano. Pero la Iglesia es una casa con muchas moradas y tengo a pecho la diversidad de las llamadas intelectuales, espirituales y vocaciones expresadas en las diversas tradiciones religiosas de la única Iglesia. Somos una sola Iglesia, pero con una amplia gama de expresiones en el ser Iglesia. Y lo mismo vale para Myanmar".
En la tercera parte, el cardenal salesiano reflexiona sobre el proceso de paz en su país natal, Myanmar: "Veo Myanmar como un jardín. En un jardín diversas flores crecen con colores, formas, dimensiones y exigencias, una al lado de la otra. Cada una de ellas es bella individualmente y la belleza individual de cada flor particular no es negada ni suprimida por la belleza colectiva, ni por los colores del todo el jardín. Las flores no se combaten, no compiten, no se desplazan ni dominan mutuamente".
Así en la cuarta parte, el cardenal Charles aplica estas consideraciones al caso específico de la libertad religiosa: "Así he decidido de transformar la celebración de mis 25 años de ordenación episcopal en una iniciativa para promover las relaciones interreligiosas en mi población natal, Monhia. Una noche en particular se unieron a nosotros un monje budista, un líder musulmán, uno hindú y un pastor protestante, y juntos hablamos de nuestra visión de la armonía interreligiosa y de la libertad religiosa. Juntos hemos encendido una vela por la paz. Gestos de este tipo envían un mensaje a las comunidades de pertenencia y si son seguidas por la acción y por la vida comunitaria hacen la diferencia".
El texto completo del mensaje del cardenal Bo está disponible en inglés, en la web de la FABC.
Fuente: AustraLasia
