Algunos han sido expulsados de sus hogares, otros han huido, prefiriendo la libertad de una vida sin restricciones. Rara vez sucede que algunos padres responsables hacen todo lo posible por llevar a casa a la oveja perdida. En su mayor parte, es una cuestión de alivio que esté en las calles por su cuenta...
Aquellos que son de otra generación recordarán que una vez, el niño, en cualquier caso, era una perla preciosa que debía ser protegida. Nunca se permitiría que uno de su propia sangre deambulara por las calles. Entonces, ¿por qué hay tantos niños en las calles de Lubumbashi?
Por lo que sabemos, no es por casualidad. Al observarlos de cerca, puedes ver cómo viven en las calles. Construyen pequeñas comunidades autónomas, dirigidas por un líder al que todos están sujetos. Disfrutan de estar allí y les gusta esta vida. La calle se convierte en su todo: hogar, cama, lugar de ocio, trabajo y también de todo lo que se puede imaginar... Muchos de estos niños vienen de otras provincias y, cuando regresan, propagan el eco de la vida callejera en Lubumbashi, fomentando nuevos comportamientos similares.
¿Nos hemos acostumbrado tanto a estas escenas para verlas como normales? La caridad que se les da a esto chicos en la calle no resuelve sus problemas, sino que los alienta a permanecer en la calle el mayor tiempo posible. Si realmente queremos reducir este fenómeno, paremos un momento, dejemos de "ayudarlos" dándole limosnas. De lo contrario, harás algo contrario iras produciendo algo distinto de aquello que querías hacer.
Si realmente amamos a estos niños, debemos ofrecerles algo distinto: enseñarles algo que les permita pueden cuidar de sí mismos y construirse un futuro. Si el Estado trabajase en sinergia, seguramente se intercambiaría información para contener a los niños en sus provincias de origen, así se fortalecería una red para la protección de estas niñas y niños.
Si nadie está interesado en ellos, si nuestros ojos no cambian mirando para ellos, si no les damos otra oportunidad de ser educados, de realizar una sana reinserción, de desarrollarse un ambiente de respeto, entonces... nos tenemos que preparar para un futuro difícil.