El Santo Padre dijo: “Los conventos vacíos no son nuestros, son para la carne de Cristo que son los refugiados. El Señor llama a vivir con generosidad y coraje la acogida en los conventos vacíos”.
Las noticias a nivel mundial nos causan una sensación de desánimo. “La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indicó que el balance provisional de migrantes y refugiados fallecidos a nivel mundial durante el año 2016 fue de casi 7.500 personas y estos últimos tres años han fallecido 18.501 personas”.
Según el informe de la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), entre los refugiados, se encuentran muchos niños, niñas, adolescentes y jovenes, “constituyendo el 25 por ciento del total de llegados a Grecia, Italia y España el 2015, siendo muchos de ellos menores no acompañados o separados de sus familias”.
“De los 300.000 refugiados e inmigrantes llegados a las costas griegas e italianas en lo que va del año, se han registrado más de 11.800 menores no acompañados.
La Don Bosco Internacional, entidad salesiana ha afirmado: “los Salesianos dan una cálida acogida a cualquier persona joven, sin importar su origen, género, credo o educación. Como Familia Salesiana trabajamos codo con codo con los jóvenes y para los jóvenes, dado que nuestro estilo pedagógico está basado en la cercanía, la cordialidad, la alegría y el optimismo”.
En Sudan del Sur, los salesianos están en medio del campo de refugiados de "Bidi Bidi", que acoge a un promedio de 200.000 personas. En Alemania los refugiados de Munich y Nuremberg son acompañados por la “Fundación BNP Paribas” y los Salesianos, atendiendo a 500 jóvenes refugiados. En Etiopía, los salesianos desde el 2006 garantizan las necesidades básicas y la educación de los jóvenes de Pugnido el campo de refugiados más antiguo de la región de Gambella, es el hogar de unas 60.000 personas. En México, la emergencia por albergues saturados y flujo de inmigrantes haitianos, los salesianos dieron respuesta con el Desayunador “Padre Chava”. Y en tantas partes del mundo.
“Sigan caminando con valentía a su lado, acompáñenlos y háganse guiar por ellos: los refugiados conocen los caminos que llevan a la paz porque conocen el olor acre de la guerra” ha declarado el Papa Francisco.