Entre los adolescentes de 15 años también se comprueba que un italiano adolescente sobre 4, no superan el nivel mínimo de habilidades en matemáticas, mientras que 1 de cada 5 no superan el mínimo para la lectura. Por otra parte, según lo declarado por Filomena Albano, Defensor Nacional de la infancia y la adolescencia “la educación no puede reducirse al concepto de instrucción, ya que se trata de toda una serie de relaciones (emocionales, culturales, recreativas...). Es necesario romper el ciclo de la pobreza educativa”.
Esta situación fue discutida el 16 de noviembre en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, con ocasión de la mesa redonda: “Pobreza educativa del menor: reflexiones y experiencias de los Salesianos de Don Bosco para continuar a proyectar caminos de esperanza”, promovida por los “Salesiani per il Sociale” - Federación SCS / CNOS, con motivo de la semana de los derechos de los niños en todo el mundo.
Por parte de los Salesianos se preguntan ¿cuál es la contribución en la lucha contra la pobreza educativa? Durante la mesa redonda, a la que asistieron también representantes del Gobierno y Forum del Tercer Sector, se presentaron dos buenas prácticas. La primera practica es la “Cooperativa Momo”, que se desenvuelve en Cuneo y que implica a niños en trayectorias interculturales a redescubrir su sentido de comunidad y la ciudadanía. "Especialmente con la segunda generación de inmigrantes, que a menudo se sienten en un mundo gris y en su lugar en la “Casa Donatello” encuentran el espacio en el que no se perciben discriminados”, relató Gianluca, uno de los voluntarios.
La segunda experiencia es la de los Oratorios Salesianos en el barrio Candelaro de Foggia, donde la delincuencia se contrasta con actividades recreativas. “El esfuerzo de nuestro oratorio es educar frente a las crisis de la vida. El programa después de clases no es solamente la parte instructiva, sino sobre todo creativa, con el fin de hacer que los muchachos participen al oratorio como una experiencia práctica y un lugar de juego”.
“La pobreza educativa nos desafía como Salesianos - concluyó el P. Giovanni D'Andrea, Presidente de “Salesiani per il sociale” -. Creemos que gracias al dialogo abierto con otras organizaciones e instituciones podamos crecer aún más para dar un futuro mejor a los jóvenes, especialmente a los pobres”.