“Trabajando en más de 130 países alrededor del mundo, los misioneros salesianos están a la vanguardia para ayudar a los migrantes y refugiados en sus nuevos países, para establecerse y acceder a los recursos que necesitan -explicó el padre Gus Baek, Jefe de "Salesians Missions"-. Los programas salesianos ayudan a los jóvenes migrantes a adaptarse a su nuevo entorno, a través de la formación en idiomas y a través de programas para el desarrollo de la fuerza laboral”.
Con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, por lo tanto, "Salesian Missions" destaca algunos de los tantos programas que se realizan en todo el mundo para brindar educación y apoyo social a los refugiados y migrantes.
En Hungría, los misioneros salesianos se dedican a recibir a los refugiados que huyen de la guerra en Ucrania. Como explica el padre Béla Ábrahám, la casa Kazincbarcika, de la que es director y que se encuentra cerca de la frontera entre Hungría y Ucrania, fue registrada oficialmente ante las autoridades como refugio para los desplazados inmediatamente después del estallido de la guerra. Además, los salesianos en el país dirigen una parroquia, dos escuelas, un dormitorio y varias otras instituciones donde atienden a los jóvenes pobres y sus familias, en su mayoría pertenecientes a la minoría gitana.
También en el campo de refugiados de Kakuma, en Kenia, los misioneros salesianos trabajan incansablemente para albergar a los refugiados, especialmente a los menores no acompañados, que huyen de la guerra. De hecho, el campamento fue creado para hospedar a jóvenes en busca de refugio, que huían de la guerra entre las dos facciones sudanesas. Hoy en día, el campamento alberga a más de 225.000 refugiados de nueve países, incluidos Sudán del Sur, Sudán, Somalia, Ruanda y Burundi. Se estima que más del 50% de los refugiados son jóvenes y niños. Kakuma está dirigido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en colaboración con los salesianos y otras organizaciones humanitarias, ofreciendo servicios de seguridad, protección y servicios como vivienda, atención médica, agua potable y servicios higiénicos.
En México, recientemente se inauguró el centro de hospedaje “Don Bosco” en la ciudad de Tijuana. Es un espacio dedicado a la recepción de mujeres migrantes con hijos. Aquí, las mujeres y las madres jóvenes pueden recibir asistencia jurídica, psicológica, sanitaria y espiritual. Los migrantes que llegan a este lugar encuentran un ambiente seguro, acogedor y familiar. Además el Centro puede presumir de una fructífera colaboración con la “Cruz Roja” local y con un equipo de médicos, enfermeras y voluntarios.