¿Qué cosa te hace feliz como Coadjutor Salesiano?
El poder servir y el poder ayudar a los otros. Cada vez que sirvo y ayudo a otros, me siento feliz y me siento útil. Es por eso que siempre estoy feliz y alegre. La felicidad es una elección. La alegría es una actitud que te mantiene saludable. “Ser feliz y tener una cara sonriente" es mi lema diario.
¿Qué te atrajo de esta forma de vida salesiana?
Hace muchos años en Hong Kong vi a jóvenes y eran alegres aspirantes salesianos. Desde aquel instante decidí querer ser como ellos. Cuando entré al Aspirantado, comprendí la diferencia entre la vocación del salesiano sacerdote y del salesiano laico. Al final opté por el ser salesiano Coadjutor, porque creo que puede ser más amable. Aparentemente se parece a cualquier otra persona, y lo que haga realmente tendrá una gran influencia en los jóvenes.
¿Cuál es la contribución específica del Salesiano Coadjutor en la misión y en la Comunidad Salesiana?
Los Coadjutores pueden trabajar en base a sus especialidades: enseñando o trabajando en la escuela, ayudando en la pastoral parroquial, cuidando a los jóvenes en el oratorio, quedándose todo el tiempo entre los muchachos...
¿Qué es lo que sostiene tu vocación?
Un coadjutor salesiano es un fiel servidor de Dios. Lo que hace, lo hace por amor a Dios y a María. Vive una vida de oración y mantiene una buena comunicación entre Dios y las personas, teniendo especial cuidado de los Salesianos Jóvenes y de los ancianos.
Fonte: AustraLasia