EDITORIAL
Los tiempos actuales son tiempos de crisis, y que presentan situaciones que lamentablemente contrastan con el mensaje de la fiesta de navidad y que naturalmente desmoraliza a muchos. El mensaje del Evangelio nos invita a celebrar la Navidad con una mirada diversa de la realidad y llenarse de esperanza ante los tiempos que estamos viviendo y lo expresamos en nuestros augurios navideños donde deseamos a nuestros amigos por ejemplo, “La Luz de Cristo nos ilumina”, “Que el misterio de amor inunde nuestras vidas”, “la gran fiesta de compartir”
Cada uno de nosotros, tiene más en común con los demás de lo que se piensa, mucho más nos une de lo que nos divide. En cualquier región del mundo; en nuestras ciudades, aún en las más alejadas se encuentran personas que por numerosas razones buscan un lugar para vivir una nueva vida.
En estas semanas dos noticias relacionadas con los jóvenes han aparecido en los periódicos de Latinoamérica y de Italia sobre el alarmante aumento de la pobreza en este estrato de la sociedad.
Una invitación a contar la historia del mundo y las historias de los hombres y de las mujeres, según la lógica de la "buena noticia"