Todos tenemos necesidad de escucharlos! Es triste ver jóvenes de sofá o jóvenes en pensión, los jóvenes deben caminar estar siempre en movimiento, los jóvenes son los protagonistas del presente.
Tengan coraje y no se desanimen!
(Francisco a los jóvenes por la JMJ diocesana: Roma agosto 2017, vigilia de oración de jóvenes)
Ustedes son nuestra primera línea y están dando la contienda por cambiar una sociedad acomodada y casi sin esperanza no se dejen convencer por los argumentos de siempre y sigan adelante escuchando las voces de aquellos que han puesto su fe en ustedes. Deben frenar el deterioro vertiginoso de nuestra casa común, concientizar a sus congéneres y sobre todo a los adultos en nuestra función de políticos, dirigentes, funcionarios y empresarios sobre la importancia de actuar ahora.
Muchos de ustedes iniciaron a soñar en nuestras escuelas y parroquias; ahora es necesario que nos ayuden a nosotros los religiosos y sacerdotes a volver a soñar, que nos ayuden a sacarnos la modorra de encima y obligarnos a salir de nuestras zonas de confort y hacer camino junto a ustedes siguiendo el ejemplo de nuestro padre Don Bosco.
Sean creativos y usen sus talentos; tomen la iniciativa y generen nuevos mensajes utilizando las tecnologías de información y comunicaciones; usen la pintura, el teatro y el cine; arriésguense a explorar nuevos lenguajes y formas de comunicación para hacer notar sus mensajes y reclamos: son importantes y no deben ser silenciado.
Sueñen alternativas nuevas que involucren a todos, terminando con la dinámica de la exclusión y fomentando el respeto y la protección de los más débiles; apoyen a aquellos que están iniciando proyectos y emprendimientos en la búsqueda de un futuro mejor.
Como salesianos nos sentimos orgullosos de ustedes jóvenes de Europa, les felicitamos jóvenes de Asia, Oceanía; estamos con ustedes, jóvenes de América y África, con todos aquellos buscan construir un mundo mejor donde todos sean respetados. Yo creo que este deseo de igualdad y de justicia no es solamente fruto de un ideal humanista sino de la fuerza del profundo amor por la vida que Dios infundio en nosotros: procuremos vivirlo en lo cotidiano.
No repitan lo que nuestra generación ha hecho: vociferar muchos slogans y discursos, pero sin haber sido coherentes.
Finalmente: hagan lio, levanten la vos, muevan y remuevan, pero por favor dejen ordenado y limpio cuando terminen.