El Seminario de Innovación Pastoral tuvo lugar en León durante los días 5 y 6 de marzo. En torno a 40 profesores, salesianos y pastoralistas, procedentes de los colegios salesianos de la Inspectoría, participaron en estas jornadas, centradas en el acompañamiento y la interioridad.
En la mañana del jueves, los salesianos Txetxu Villota, delegado de Pastoral de SSM; Xabier Camino, coordinador de Animación Vocacional de SSM; Sergio Oter y Sergio Huerta desgranaron las claves del libro ‘El arte de acompañar’, de Xosé Manuel Domínguez Prieto.
Por la tarde, los participantes asistieron a dos sesiones sobre los temas principales de las jornadas. Alberto Sanz, director pedagógico de ESO y Bachillerato en Salesianos Estrecho, habló sobre el acompañamiento. El psicólogo Mario Piera, profesor de Salesianas Sueca, ofreció un taller sobre interioridad y planteó las claves para educar en el silencio y la interioridad.
Por otra parte, la IV Jornada Inspectorial de Innovación se celebró el 6 de marzo en la sede inspectorial de Madrid, con la participación de medio centenar de profesores. Estas jornadas «se proponen con el objetivo de compartir para inspirar y mantener la ilusión por actualizar todo aquello que pueda dar lo mejor a nuestros alumnos», explica Begoña Rodríguez, del equipo inspectorial de Escuelas. En esta ocasión, la jornada se dirigió sobre todo a los coordinadores de innovación, como dinamizadores de equipos e impulsores de los procesos de transformación en los centros.
En la primera parte de la mañana, Charo Fernández e Irune López, miembros del equipo de acompañamiento inspectorial, recordaron el por qué y el para qué de la innovación a través de estos objetivos: profundizar sobre el enfoque de innovación inspectorial, clarificar dudas y usar el mismo lenguaje; reflexionar sobre el sentido y funciones de los equipos de innovación; profundizar en el conocimiento del PIE, aportar recursos y herramientas; y conocerse, inspirarse mutuamente y crear red.
Posteriormente, a través de la dinámica de la línea del tiempo, todos los colegios marcaron qué etapas del proceso habían recorrido y cuáles se presentaban en el horizonte. Los asistentes también aprendieron a gestionar reuniones eficaces, valorar el presente, pasado y futuro de cada casa y ver las fortalezas de cada uno de los colegios.
«Fue una jornada que trató de valorar el trabajo de los equipos de innovación, empoderarlos y generar ilusión para seguir afrontando cada reto educativo», sentencia Begoña Rodríguez.