Gracias a todas las donaciones recibidas se lograron alcanzar el objetivo y finalmente la cantidad obtenida asciende a más de cien mil euros que ayudarán a que los centros puedan retomar las actividades educativas, apoyando a aquellos niños, niñas y jóvenes que se han visto más afectados por el conflicto bélico existente. El objetivo era justamente de “tratar de minimizar los efectos negativos de la crisis social que este conflicto está perpetuando en las nuevas generaciones”.
Gracias a todas las donaciones se ejecutaron los proyectos que continúan en marcha. El proyecto generó importantes beneficios en los centros: el funcionamiento del grupo electrógeno de la escuela y del Centro Profesional de Damala, la instalación de un sistema de baterías de acumulación que eviten los cortes de luz, se han concedido 100 becas escolares entregando material educativo, calzado, ropa y alimentación básica; se han concedido 110 becas de formación profesional para jóvenes, se han reparado los desperfectos de la escuela, del Centro Profesional, el Centro Juvenil que habían sufrido por los tiroteos, granadas, asaltos y los refugiados que se atendieron.
Por otro lado, esta ayuda económica ayudó la formación a todo el personal educativo en una atención psicológica de la infancia afectada por la guerra, se ha añadido una formación profesional para conductores y conductoras.
Todavía quedan mucho futuro por construir pero todos los beneficiarios ven sus centros educativos como recintos donde la vida puede tener una cierta normalidad, y encuentran en ellos oportunidades de futuro.