Por: Pablo Santiago
La ceniza afectó al menos en cinco departamentos de Guatemala: Escuintla, Chimaltenango, Quiché, Sacatepéquez y Guatemala. Inmediatamente se activó el sistema de alerta quienes se hicieron presentes para evacuar a los damnificados y rescatar a los heridos. Sin embargo, la lava proveniente del volcán se unió a una correntada de lodo generada por las fuertes lluvias en el sector, lo cual aumentó la velocidad de desplazamiento evitando que las personas del lugar pudieran escapar.
El Ejército de Guatemala, Bomberos Voluntarios, ‘Conred’ y el grupo de socorro trabajaron hasta altas horas de la noche, pero por las altas temperaturas, la poca luz y la poca visibilidad tuvieron que suspender la operación para retomarla el día lunes a primera hora.
Hasta el momento se han contabilizado 69 muertos, entre ellos familias enteras que quedaron enterradas.
En la comunidad “San Miguel los Lotes”, ubicada en las faldas del volcán, quedó completamente cubierta por material volcánico. Rescatistas informaron que sobre el mismo se pueden ver varios cuerpos sin vida. Se cree que hay más víctimas entre los escombros, pero es difícil llegar a estos lugares.
Los últimos datos describen que son 1.7 millones de personas afectadas, 3,265 evacuadas, 1,687 albergadas y decenas de personas se encuentran heridas. Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla se hizo presente para dar apoyo espiritual y ayuda a las personas.
En la Ciudad de Guatemala cayó una lluvia de cenizas al momento de la explosión del volcán, y las autoridades recomendaron no salir a las calles y tener precaución al momento de conducir los vehículos.
La Parroquia Salesiana Espíritu Santo está haciendo una campaña de ayudas. La universidad Mesoamericana, ubicada en la zona 8 de la capital, es centro de acopio.
Los Salesianos en Guatemala tienen siete obras y todas se han puesto al servicio de las necesidades de los damnificados.