Si bien el presupuesto oficial reportó 64 víctimas del huracán, las cuentas extraoficiales elevan el trágico presupuesto a más de mil muertes. Casas, escuelas y edificios han sido destruidos, la red eléctrica y el sistema de comunicaciones han sido devastados, y alrededor de 3 millones de personas han quedado aisladas de la asistencia humanitaria, privadas de alimentos, agua, electricidad o refugio.
Después de más de seis meses, Puerto Rico ya no es el centro de atención de los medios internacionales, pero todavía se encuentra en medio de las consecuencias de esta calamidad. Muchas familias viven en casas gravemente dañadas por el agua. Casi 200,000 personas aún no tienen electricidad, no pueden almacenar alimentos o realizar actividades diarias simples.
Los salesianos cuentan con seis comunidades en Puerto Rico, dos de ellas en San Juan, la capital, y las de Cataño, Aíbonito, Aguadilla y Orocovis. Las Hijas de María Auxiliadora (FMA) están presentes en el país, con casas en Aguadilla, Orocovis y Santurce. Ambas fueron las primeras obras en responder a la situación de emergencia en septiembre, ofreciendo hospitalidad y ayuda humanitaria, incluso cuando sus propias estructuras se vieron afectadas.
Por ejemplo, en San Juan, algunos voluntarios del centro juvenil salesiano acompañaron al salesiano P. Carlos Piantini por las calles, visitando a 500 familias cuyas casas habían sido destruidas y entregando suministros de primeros auxilios.
El apoyo de la Familia Salesiana sigue siendo fundamental incluso ahora. Los salesianos y las FMA continúan proporcionando alimentos, ropa, pequeños artículos para el hogar y colchones a quienes aún no se han recuperado de las consecuencias del huracán “María”, y planean aprovechar sus relaciones locales para conectar a las familias con los recursos que tienen necesidades, incluida la asistencia financiera para la compra de materiales y poder reconstruir sus hogares o reiniciar actividades económicas.
Frente a todo esto, “Salesian Mission” lanzó una campaña de recaudación de fondos.
Fuente: Mission Newswire