Los destinatarios primarios son los menores y los jóvenes en situaciones de vulnerabilidad social, incluidos los que provienen del sistema de protección infantil. Para ellos se activaron 163 servicios diferenciados en: casas familia / comunidades de alojamiento (área civil y penal), centros de día para el apoyo escolar, grupos de apartamentos para los niños que hayan cumplido los 18 años de edad, redes de cuidado familiar.
"A partir de los datos recogidos y presentados en este informe - dice Don Giovanni D'Andrea, Presidente de Salesianos por lo Social – emerge una pobreza económica que sólo sirve como una locomotora para otros tipos de pobreza y que pueden llevar hasta una muerte interior. Nuestro papel es poner a los jóvenes, especialmente los más pobres, en el corazón del debate cultural y social y ser su voz".
El año 2016 ha sido también un año en el que el fenómeno migratorio ha cuestionado profundamente a los salesianos. Para los menores extranjeros no acompañados se pusieron en marcha 58 proyectos (centros de primera y segundo acogida, cursos de lengua italiana, inserción laboral, asistencia jurídica...) alcanzando a 4068 jóvenes. Se cuidó no sólo el aspecto de la acogida, sino también el del acompañamiento y la integración cultural desencadenando procesos de diálogo entre religiones.
Estimulantes números para el Servicio Civil Nacional con los salesianos, que involucró a más de 1.000 voluntarios en 370 sedes en toda Italia y en 41 sedes en el extranjero, comprometidas en beneficiar a 43.082 personas en total.
Reforzadas también las redes que Salesianos para lo Social ha establecido con varios socios europeos que trabajan en el campo de la educación y la formación de los jóvenes, como la red Educ Europe Network, AFFY (Acción para la Familia y la Juventud), Don Bosco YouthNet ((DBYN) y Don Bosco Internacional (DBI).
Pero no son solo números. "Detrás de Salesianos para lo Social - reitera Don D'Andrea - hay un sinnúmero de historias de personas, su vida, su elección para continuar el trabajo que Don Bosco comenzó hace más de 150 años: cuidar de los jóvenes , “especialmente los más pobres”.