El sábado 2 de septiembre, la delegación de 20 líderes religiosos coreanos encabezados por el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Corea, el arzobispo de Gwangju, Mons. Igino Kim Hee Jong, se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano. “Es necesario favorecer los procesos de bien y reconciliación, evitando las narrativas del miedo y con gestos que se opongan a la retórica del odio. Además las religiones deben dar a la gente una respuesta compartido sobre los temas de importancia fundamental”, manifestó el Papa a los miembros del Korean Council of Religious Leaders reunidos en Roma con motivo de su peregrinación interreligiosa.
La delegación de veinte personas llegó a Roma para una peregrinación interreligiosa. "El mundo nos está mirando... pide respuestas y compromisos comunes", dijo el Papa, pidiendo “diálogo abierto y respetuoso al mismo tiempo; solo de esta manera será fructífera”.
También ha animado a la gente a caminar juntos y dijo que hay “un largo camino para recorrer, sin levantar la voz, arremangándose, para sembrar la esperanza” durante el cual hay que “escuchar el grito de tantos que rechazan la guerra y piden una mayor armonía entre las personas y las comunidades, entre los pueblos y los Estados”.
Tres años después de su visita apostólica al país (agosto de 2014), el Papa aseguró sus oraciones por “el don de la paz y la reconciliación fraterna” del pueblo coreano.
Antes de reunirse con el Papa Francisco, el Arzobispo Igino Kim dijo: “Pedimos al Papa Francisco orar y ayudar al pueblo de Corea, para la reunificación de la península coreana". El Arzobispo finalmente apeló: “Buscar la paz no con armas ni con sanciones, sino a través del diálogo, la negociación y el respeto mutuo a toda costa”.
El arzobispo Igino Kim Hee Jong se graduó en la Escuela Secundaria "Salesio" en Gwangju, donde a menudo iba de visita para animar a los estudiantes y encontrarse con los exalumnos.