En la "Ciudad del Pan", los Salesianos tienen una panadería. Los Hijos de Don Bosco llegaron a Belén en 1891, enviados por Don Miguel Rúa, a petición del P. Antonio Belloni, sacerdote diocesano que trabajaba en Belén con los jóvenes a la manera de Don Bosco. Cuando los Salesianos se encontraron con el P. Belloni, con gran humildad, se hizo salesiano y confió a la Congregación Salesiana el orfanatorio que había construido.
Para ahorrar el costo de las comidas, construyeron un pequeño horno que preparaba el pan árabe, que benefició a los que pertenecían al orfanato y luego a la comunidad salesiana y a la escuela.
A comienzos del siglo XXI, un período marcado por algunos conflictos entre los palestinos y los israelíes, el horno era crucial. El toque de queda por la situación de conflicto podría haber significado el hambre para los lugareños. Los Salesianos decidieron producir más pan de lo que necesitaban para su propio uso, y comenzaron a distribuirlo clandestinamente. Providencialmente, cuando la harina comenzaba a escasear, el clima político mejoró y los suministros se reponían y se podía atender.
El resultado de ese período fue que los Salesianos pudieron elaborar y mantener una lista de los hogares necesitados a los que se les suministra el pan gratuitamente o por un honorario simbólico: representan un tercio de sus clientes, que sin embargo, eran numerosos. La panadería se convirtió en el lugar más reconocido de Belén gracias a la participación de varios maestros panaderos que enseñaron a producir diferentes tipos de pan y gracias a la ayuda de la Procura Misionera Salesiana que permitió renovar el equipo para hornear el pan.
Actualmente el horno produce 14 tipos diferentes de pan, tiene un grupo de cinco panaderos, y se agotan los panes al promediar las 10 u 11 de la mañana. La panadería es la insignia de la presencia salesiana en Belén, que también tiene una escuela profesional que prepara a los jóvenes palestinos a trabajar, y un oratorio, como es típico de cualquier obra de Don Bosco.
En Nazaret, trabajan cuatro Salesianos de 4 países diferentes, que animan una escuela con cerca de 500 estudiantes - en su mayoría musulmanes - desde la primaria al instituto tecnológico con diferentes sectores profesionales. La calidad de la educación es reconocida en toda la Galilea, hasta el punto de que las inscripciones son siempre mayores a los lugares disponibles para los estudiantes. Los que finalizan los estudios en la en la escuela salesiana pueden aspirar a la prestigiosa Universidad técnica en Israel y Europa.
“Es emocionante escuchar el testimonio de los jóvenes, especialmente los musulmanes, que definen a Don Bosco como padre, maestro y amigo” manifiesta el Sr. Giampietro Pettenon, SDB, Presidente de “Missioni Don Bosco” de Turín.
Mayor información: “Missioni Don Bosco”