"Ahora conozco mejor vuestra Inspectoría. La he encontrado muy dinámica y activa principalmente con los jóvenes pobres, con presencias simples y no tan sofisticadas. Una Inspetoría joven, con la edad media de 42 años, con un hermoso crecimiento vocacional, con más de 300 salesianos, y con dos características interesantes: más de 60 coadjutores salesianos y una gran generosidad misionera”.
El P. A. F. Artime expresó su admiración por su hermano Obispo, Mons. Peter De, Obispo de Thai Binh: “Me conmovió profundamente y he quedado admirado por su corazón salesiano, por la iglesia acogedora…Me sentí como en casa y creo que este oratorio abierto a todos es un modelo para cada presencia salesiana en Vietnam”.
“Pongan todas sus energías en la misión a favor de los jóvenes pobres de Vietnam, pero con una particular atención en las presencia al parte norte del país, fortalecimiento la presencia a través de un mayor compromiso y un mayor número de salesianos”.
“La mayoría de las obras y las más importantes son parroquias y para ello indicó que se debe hacer que las presencias sean realmente salesianas: con estilo misionero, abierto a la gente común y a los jóvenes, capaces de lograr a través de los servicios educativos la atención a los jóvenes no cristianos que nos rodean”.
“Soy muy entusiasta con vuestro espíritu misionero y con la familia. Continúen animando a los hermanos con entusiasmo siempre nuevo, porque el entusiasmo es contagioso”.
Manifestó por otra parte que hoy es importante “cuidar la vida fraterna en las comunidades, hacerse cargo de la persona de cada salesiano. El peligro del clericalismo, como dijo el Papa, es uno de los mayores peligros de la comunidad católica de hoy”.
Por último, recordó que “hemos nacido para los jóvenes, que son el centro de nuestros corazones y de nuestras vidas. Deben asumir con seriedad las dos preguntas más frecuentes que los jóvenes han abordado en los encuentros; sobre la educación en el uso de los medios de comunicación y sobre la educación de los valores en medio de la confusión que caracteriza a la sociedad moderna. Esto es lo que deben ofrecer como parte de una sólida preparación para el matrimonio y hacer frente a las muchas tentaciones de la sociedad de consumo, y con el deseo de vivir un vida cristiana más auténtica”.