Superviviente también de la pandemia de Covid-19, el padre Lourdes ha completado ochenta y dos años como salesiano y setenta y dos como sacerdote. Fue uno de los primeros alumnos de la escuela “Don Bosco” de Liluah, en Calcuta, en 1937, e ingresó por primera vez al instituto salesiano de Sonada en 1941 como estudiante de noveno año. Durante su cumpleaños, recordó cómo en su casa se hablaba bengalí y cómo aprendió inglés en la escuela. Además, citó la profunda devoción mariana que le transmitió su madre, ferviente devota de la Virgen de Fátima.
A pesar de las dificultades académicas iniciales –como un 0% obtenido en matemáticas, aunque equilibrado por la nota máxima en latín– durante los exámenes en la Universidad de Calcuta, el padre Lourdes se esforzó tanto y de forma autónoma en el estudio que logró aprobar los exámenes con la nota máxima. Su consejo para los estudiantes es, por tanto: “Asistan a clase y tengan los apuntes a mano”.
Fue un pionero en la creación del Departamento de Psicología del Salesian College, subrayando la necesidad de combatir los prejuicios contra las enfermedades mentales.
El padre Lourdes tiene un impresionante recorrido académico: una licenciatura del Salesian College de Sonada, una maestría en Psicología Clínica de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y un doctorado en Psicología Clínica de la De Paul University, de Chicago. Su investigación se basó en su trabajo doctoral, que comparaba las prácticas de meditación y el bienestar psicológico. Tras su regreso a la India, sirvió durante más de treinta años en el National Institution for Vocational Discernment and Training” de Pune. Como renombrado consultor de psicología clínica, el padre Lourdes llevo adelante numerosos talleres y retiros psico-espirituales.
Autor de cuatro libros, entre ellos los célebres The Human Face of Clergy (1989) y The Clash (2016), el padre Lourdes es conocido por su capacidad para recordar detalles y por la claridad de sus expresiones.
“Durante un siglo, ha sido un testimonio viviente del amor de Dios, inspirando incontables vidas a través de su fe inquebrantable, su amabilidad y su servicio desinteresado. Su legado es un tejido de esperanza, bondad y devoción”, comenta el padre George Thadathil, SDB, su exalumno y hoy al frente de las Instituciones Salesianas de Educación Superior (IUS).
“El padre Lourdes –prosigue el padre Thadathil– es un salesiano que ha influido en muchos de su generación y de los más jóvenes. En su aceptación perceptiva y sin prejuicios de quienes se han acercado a él, se compromete con los demás sin preconceptos, mientras que por su parte soporta y tolera los prejuicios que otros puedan tener. Es una persona que pasa la mayor parte de su tiempo en actividades útiles, incluso a los cien años, como leer, escuchar música, cuidarse y estar siempre en comunión con lo divino”
“Su ausencia de miedo y su capacidad de aceptar su edad le permiten transmitir una sensación de serenidad y paz a quienes lo visitan. Que pueda vivir más tiempo para bien de los salesianos más jóvenes y de los laicos que lo han conocido en todo el mundo”, concluyó finalmente el coordinador general de las IUS.
