Según narra la crónica del P. José Misieri, el 3 de diciembre de 1897 llegó la primera expedición de salesianos enviada por Don Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco. Después de un mes de navegación, arribaron al puerto de La Libertad, El Salvador, los salesianos: P. Luis Calcagno, superior; el P. José Misieri, el P. José Menichinelli, el Hno. Esteban Tosini, el Hno. Basilio Rocca, el Hno. Francisco Stanga y los seminaristas Pedro Martín, Constantino Kopsik y Luis Salmón.
Estos nueve salesianos, junto a otros siete que se sumarían el 2 de enero de 1899, son el fundamento de una hermosa historia que tiene 127 años en tierras de Centroamérica.
Los salesianos, movidos por su pasión misionera, pronto se ganaron el cariño del pueblo, lo que se tradujo en numerosas ayudas para fortalecer la incipiente obra. A principios del año 1900, en Santa Tecla, se echaron los cimientos de lo que sería la casa madre de la nueva inspectoría: el Colegio Santa Cecilia, que cuenta con 126 años de gloriosa historia.
En medio de grandes dificultades, pero llenos de esperanza, la raíz sembrada por los primeros hijos de Don Bosco en El Salvador germinó en pocos años en Costa Rica (1907), Panamá (1907), Honduras (1911), Nicaragua (1911) y Guatemala (1929). En menos de cuarenta años, los salesianos estuvieron presentes en todo el territorio centroamericano, desarrollando una labor educativa y pastoral significativa.
Actualmente, la Inspectoría Divino Salvador (CAM) está conformada por seis países, en los que existen 18 instituciones educativas, 9 centros de formación profesional, 12 parroquias, 17 oratorios, 11 iglesias públicas, 5 centros juveniles, 2 universidades y 4 fundaciones. La presencia salesiana en Centroamérica cuenta con 3,219 colaboradores y atiende a más de 94,840 destinatarios.
La misión salesiana está compartida también con los diferentes grupos de la Familia Salesiana presentes en la inspectoría: Salesianos Cooperadores, Hijas de María Auxiliadora (FMA), Hijas del Divino Salvador (HDS), Hermanas de la Resurrección, Hijos del Buen Pastor, Asociación de Damas Salesianas (ADS), Asociación de María Auxiliadora (ADMA), Voluntarias de Don Bosco y Voluntarios con Don Bosco.
La inspectoría cuenta con 151 salesianos: 123 salesianos con votos perpetuos, 25 con votos temporales y 3 novicios.
Actualmente, hay 104 sacerdotes, 11 coadjutores, y 36 jóvenes en proceso de formación de los cuales 14 provienen de México (MEM y MEG) y 4 provienen de Colombia (COB y COM)
Entre algunos de los proyectos más relevantes de la Inspectoría de Centroamérica se destacan:
La obra misionera de Carchá, en el municipio de Alta Verapaz, al norte de Guatemala. Una comunidad de ocho sacerdotes salesianos que atiende pastoralmente una parroquia, un colegio y más de trescientas comunidades de la etnia q’eqchí.
En el municipio de Alta Verapaz se encuentran también dos grandes proyectos educativos salesianos:
El Centro Don Bosco, impulsado por el P. Antonio de Groot, SDB, y los Misioneros de Cristo Buen Pastor, que brinda formación a más de 3,500 jóvenes, provenientes principalmente de áreas rurales marginadas de la región norte de Guatemala. La institución atiende estudiantes de ocho departamentos, 32 municipios y 1,098 comunidades.
La Fundación Talita Kumi, impulsada por el P. Jorge Puthenpura, SDB, y la congregación de las Hermanas de la Resurrección, atiende a más de 1,300 estudiantes, en su mayoría jóvenes mujeres indígenas provenientes de áreas rurales. Gracias a la alianza con la Universidad Mesoamericana en Alta Verapaz, más de 800 mujeres reciben educación universitaria.
Otro de los grandes proyectos de la Inspectoría Divino Salvador se encuentra en Panamá: El Valdocco de América. Este es un ambiente que facilita a jóvenes y adultos de todos los países del continente una percepción visual y emocional de la genial figura de nuestro santo educador.
El novedoso proyecto comprende fundamentalmente tres grandes elementos: la urna de Don Bosco, que contiene una reliquia insigne; la réplica de la casita natal de Don Bosco; y el museo salesiano. Todo este conjunto complementa a la Basílica Don Bosco en la capital panameña, corazón de la espiritualidad salesiana.
A lo largo de estos 127 años, la labor de los Salesianos de Don Bosco en Centroamérica ha dejado una huella imborrable en la educación, la evangelización y el acompañamiento de la juventud. Su compromiso con los valores del carisma salesiano continúa inspirando a nuevas generaciones, construyendo un legado de esperanza, fe y servicio que trasciende fronteras y se proyecta hacia el futuro con renovada energía y dedicación.
En ANSChannel hay un video sobre la realidad salesiana de CAM.
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