«Además, una de sus afirmaciones más célebres, “el corazón habla al corazón”, ha inspirado a generaciones de fieles (...). Esto demuestra cómo para él [San Francisco de Sales] la comunicación nunca debería reducirse a un artificio, a – diríamos hoy – una estrategia de marketing, sino que era el reflejo del alma, la superficie visible de un núcleo de amor invisible a los ojos» (Mensaje del Santo Padre Francisco para la 57.ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales).
Con esta visión arraigada en la experiencia del don y la gratuidad del amor de Dios, Francisco de Sales ha abierto un camino original de espiritualidad, de arte comunicativo y de acción pastoral.
«Todo en la Iglesia es amor: todo vive en el amor, por el amor y del amor». Es con esta expresión que San Francisco de Sales, único en su tiempo, inició una verdadera revolución en la forma de comunicar. La palabra comunicación es la clave de la teología y de la espiritualidad del santo, que ha realizado un peregrinaje interior en la búsqueda sabia y amorosa de Dios.
La comunicación, como clave interpretativa de la vida y la doctrina de San Francisco de Sales, remite a una riqueza y multiplicidad de aspectos que encuentran su fundamento en la teología del misterio trinitario, a la que el hombre, por gracia y por vocación, está llamado a participar. Francisco de Sales encarna un modelo de comunicación que, tanto en los contenidos como en sus dinámicas, se inspira en el Evangelio.
Para él, comunicar significa hacer don de sí mismo al otro, hacerlo partícipe de su propia vivencia y establecer auténticas relaciones de amistad. La comunicación es efectiva, de hecho, solo cuando se es capaz de crear lazos, ocasiones de encuentro y proximidad.
La comunicación es fecunda cuando permite la comunión, el intercambio de las propias vivencias. Francisco parte de un principio fundamental: Dios comunica por amor. Este amor es un don de Dios para sus criaturas, que responden libremente con un espíritu filial, entrega amorosa y compromiso alegre, que se traduce en un camino de santidad al colaborar en el proyecto de Dios en el mundo.
San Francisco de Sales es un comunicador que ha vivido su vida y ha realizado sus obras con creatividad e intensidad. Esto demuestra su importante y decisiva manera de comunicar, que sigue siendo actual hoy en día: vivir una vida espiritual abierta al dinamismo interior del corazón y del alma en unión con Dios en el servicio a los demás.
P. Gildasio Mendes,
Consejero General para la Comunicación Social