Daejeon, Corea del Sur – enero de 2025 – “El vino nuevo debe ser puesto en odres nuevos. Escoger un odre nuevo significa tener el valor de superar la comodidad”. Con estas palabras, pronunciadas durante la homilía por el padre Marcello Baek, superior de la Inspectoría salesiana Santos Mártires Coreanos de Corea del Sur (KOR), se bendijo la nueva sede de la comunidad de Jeonglim-dong, en Daejeon. A la eucaristía, celebrada en la mañana del 20 de enero, asistieron más de sesenta personas, entre salesianos de Don Bosco, Hijas de María Auxiliadora, Salesianos Cooperadores, jóvenes y benefactores. El edificio fue construido en 1992, pero a lo largo de los años se deterioró considerablemente. Por esta razón, el verano pasado comenzaron las obras de restauración, y en enero de 2025 finalmente se bendijo el nuevo edificio. Actualmente, este acoge a ocho salesianos, incluidos dos novicios y el maestro de novicios, y es una verdadera casa religiosa donde toda la comunidad vive, reza y trabaja en conjunto.