Desde 2015 hasta hoy, la población escolar femenina en el mundo ha aumentado en 50 millones y ha mejorado la tasa de finalización de los ciclos escolares por parte de niñas y adolescentes. No obstante, el número de aquellas que nunca han ido a la escuela o que la han abandonado debido a guerras, desastres naturales o matrimonios forzados sigue siendo muy elevado: ciento 122 millones en todo el mundo.
En el mundo, una quinta parte de las muchachas entre quince y veintinueve años (equivalente al 20,1 %) no estudia, no trabaja y no sigue ningún proceso de formación (NiNi), mientras que entre los chicos el porcentaje baja al 11,8 %.
Además, muchas niñas son obligadas a matrimonios precoces: se estima que aproximadamente 640 millones de niñas, con edades comprendidas entre los veinte y veinticuatro años, se casaron cuando aún eran menores de edad. A nivel global, entre 2020 y 2022, la tasa de niñas obligadas a casarse antes de cumplir dieciocho años ha disminuido.
La pandemia y los cambios climáticos han contribuido a aumentar la vulnerabilidad de niñas y adolescentes, exacerbando los factores de riesgo como la pobreza, el abandono escolar, la falta de alimentos y la pérdida de ingresos familiares.
Los misioneros salesianos que viven y trabajan en más de ciento treinta países del mundo se enfocan en alcanzar la igualdad de género a través de programas educativos dirigidos específicamente a las niñas.